Shane Foster || El sexy mujeriego ©

48: Bubis operadas.

Shane Foster:

─¡Eh, más cuidado! ─tropiezo con una persona y noto como varios cuadernos caen al piso.

Owen quien está a mi lado no tarda en ayudar a la chica a recogerlos.

Ladeo un poco la cabeza mientras la observo. Luego de tener todo lo que con anterioridad estaba en el piso, la chica se marcha sin siquiera mirarnos.

─Sé que no es mi tipo de chica, pero ella es muy bonita ─dice Owen mirando en la dirección por la que se fue la castaña.

─Mas que bonita, ardiente ─sonrió un poco y continuo caminando─. Andando, no debemos llegar tarde.

§

Justo ahora los gemelos y yo estamos en el gimnasio, desde hace un buen rato he querido venir pero la flojera y los deberes de la universidad no me lo habían permitido. Al momento de llegar nos saludan nuestros típicos conocidos y nos preparamos para empezar la rutina de media hora de ejercicios.

Después de un rato de calentamiento, nos vamos a las maquinas de hacer pesas. Mientras yo empiezo, Hunter revisa su celular y habla con su hermano sobre una música nueva que salió hace tan solo unos minutos. Me concentro en lo que hago, dejando de escucharlos, hasta que Hudson se dirige a mí.

─¿Shane?

─¿Si?

─¿No fue esa la chica de la que nos hablaste? ─preguntan al mismo tiempo.

Yo dirijo mí vista a donde ellos miran, comprobando que efectivamente, la chica de esta mañana con la que tropecé está a unos metros, haciendo spinning. Dejo de hacer las pesas y seco mi sudor.

─Es ella, si ─achico un poco mis ojos observándola.

Su licra deportiva se adhiere a su cuerpo de una manera espectacular y su larga cabellera está en una coleta alta, dejando ver su perfil delicado. Está concentrada en sus movimientos mientras tiene puestos unos audífonos y desde aquí puedo ver como a veces tararea, lo que pienso, es la canción que escucha.

─Sabes, Owen si tenía razón. Ella es bonita.

Una sonrisa se desliza por mis labios.

─Mas que bonita, es ardiente ─vuelvo a repetir el día de hoy.

Tomo un poco de agua y me levanto.

─Como sea, sigamos con lo nuestro.

Hunter toma mi lugar, mientras Hudson me observa un poco desconcertado.

─¿Qué? ─le cuestiono casi riendo por su expresión.

Se encoge de hombros.

─No, nada. Yo solo pensé que ibas a ir tras ella, ya sabes... como en los viejos tiempos.

Ahora si me río un poco y asiento. Hunter empieza con lo suyo, atento a la conversación.

─¿Y quién ha dicho que no iré tras ella? ─los gemelos me sonríen entendiendo a que me refiero─. Pero eso no significa que deba ser aquí, así que ─me encojo de hombros y me dirijo a otra de las maquinas.

Está claro que los gemelos me conocen, pero aun tengo tiempo para acercarme a ella. Primero tendré que averiguar lo necesario y luego actuar. Le doy un último vistazo a la chica y sonrió a medias.

Si, ya tengo mi próximo objetivo.

Filadelfia, 7 de abril del 2020.

El parloteo de Samantha es contrarrestado por los murmullos de los pasillos de la universidad. Hoy solo tengo una materia la cual termine hace algunos minutos, pero estoy acompañando a la rubia a su siguiente clase para luego irme a casa.