Shane Foster || El sexy mujeriego ©

55: Sexo duro contra el muro.

Lo prometido es deuda, ¡a disfrutar!

Shane Foster:

Me relajo debajo del agua que cae por mi cuerpo. Cierro los ojos por unos instantes respirando calmadamente. Son las ocho de la mañana y vengo llegando de mi entrenamiento con Connor y los muchachos, sude como un loco y me duele un poco el cuerpo. Necesito alistarme rápido porque debo asistir a la universidad.

Al salir comienzo con vestirme y ya con todas mis cosas listas, decido partir. No me tarda mucho llegar a la universidad puesto que el tráfico sorprendentemente no es de locos la mañana de hoy.

Me estaciono en mi lugar de siempre, junto a los autos de los cavernícolas. Al bajar sacudo mi cabello y empiezo mi camino hacia mi salón de clases. Saludo a Ashley a quien encuentro en mi recorrido y entablamos una breve conversación donde me pide información acerca del partido del viernes. Le doy la poca que puedo debido a la hora y le digo que luego nos encontremos en la cafetería para hablar mejor de ello.

Al llegar al salón tomo asiento junto a Owen, hablamos un poco hasta que comienza la clase. Esta transcurre normal, como ya es habitual en mí intervengo cuando debo y agrego uno que otro comentario, haciendo todas las anotaciones importantes.

Una que otra vez me distraigo pensando en cierta pelinegra pero vuelvo a lo mío. Ya en la hora del receso, nos encaminamos a la cafetería. En el camino hablo con mi amigo sobre los entrenamientos, las mujeres que ha frecuentado y la empresa en ascenso de su papá. Nos distraemos por un tiempo bastante prolongado y cuando entramos a la cafetería recibimos miradas y murmullos también uno que otro suspiro, como lo típico.

Pasamos por una mesa donde hay varias chicas de nuevo ingreso y estas suspiran y sonríen de manera soñadora. Les guiño un ojo y Owen les dedica una sonrisa.

—Harán desfallecer a las pobres —volteamos para encontrarnos con Sam comiendo una manzana, nos sonríe y camina delante de nosotros.

Mi vista se va hasta más delante de la rubia, unos pasos más allá, encontrándome con Dustin y Caleb, quienes parecen reír fuertemente de algo que dice Cameron.

Todos nos reunimos en nuestra mesa de siempre, por mi parte no tengo hambre por lo que me siento a ver a los demás comer. Owen se va por su comida, dejando sus cosas encima de la mesa.

Nos fundimos en una conversación animada, dejamos que el pelirrojo nos relate una de sus anécdotas de infancia mientras reímos y opinamos. En este poco tiempo conociéndolo, he aprendido un poco más de él. Resulta que es muy risueño, energético y divertido, de cierto modo me recuerda a un niño. Dustin es genial.

—Queremos hacer algo el miércoles, como ir a casa de Ethan, ¿todos están disponibles? —pregunta Caleb, cuando Owen ha tomado asiento en la mesa de nuevo.

—Esa es buena idea, y yo estoy disponible.

—Apuesto a que si Dux, después de todo tu vida se reduce en acosar a tu mejor amiga.

—¡Hey! Esa es solo una insinuación porque...

—No tengo pruebas pero tampoco dudas, ahora calla.

Owen muerde su sándwich obteniendo el intento de mirada fulminante de Dustin, en realidad se le ve, más que intimidante, gracioso.

—¿Entonces...? —Prosigue Sam—. ¿Todos disponibles para el miércoles?

Concordamos que estaríamos allá después de la universidad y cambiamos de tema concentrándonos en molestar al reciente miembro del team, con su enamoramiento hacia Jazmín. Cameron le da consejos para conquistarla, Owen se empeña en que lo que necesita son noches de acción y Sam parece una madre molesta, defendiendo a Dustin del hostigamiento que le dan esos dos. Yo solo puedo reír mientras Caleb asegura que sus amigos son muy inmaduros e intenta no lucir divertido, tonto...