62: Heridos, despechados y sentirse como la mierda.

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Shane Foster:


La música inunda todo el lugar pero yo solo puedo concentrarme en mi trago. No he apartado mi vista de él desde hace unos minutos, no sé porque siento que no está bien embriagarme. No obstante las insistencias de Owen no han cesado, así que decidí darle el gusto, por no decir que cedí a su molestosa voz pidiéndome que bebiera. Creo que mi mejor amigo quiere alcoholizarnos.

Estamos en una especie de bar karaoke al que nos trajo el pelinegro. Alquiló un salón y compró una cantidad exorbitante de bebidas alcohólicas, así que hemos estado aquí desde hace una hora. Yo, lloriqueando en la mesa, bebiendo whiskey y escuchando los alaridos de Dustin y Cameron.

El dúo no ha dejado de cantar, llorar y gritar unas cuantas incoherencias que no entiendo. Owen por su parte me acompaña en la mesa, nos mantienes a todos a raya para que no enloquezcamos —o eso aparenta— y se ríe de nuestro sufrimiento de vez en cuando.

No tengo ni la más remota idea de donde el pelirrojo y el castaño aprendieron español, sin embargo la mayoría de las canciones son en ese idioma, y según Owen son canciones hispanas muy deprimentes. No sé muy bien de que van, pues lo único que entiendo es la palabra «amor» que se repite varias veces y la palabra «mujer», esta última no se dice tanto.

El único que no ha llorado es Owen, él solo intenta mantener un poco de alegría en el ambiente, bromeando y haciendo comentarios ingeniosos que nos sacan una que otra carcajada. Sé a pesar de que no se lo decimos, que todos estamos infinitamente agradecidos de su esfuerzo por no dejarnos caer en el hoyo oscuro que es la miseria y el despecho.

Por mi parte si estoy deprimido y no puedo ni ocultarlo ni evitarlo. Me siento de la mierda.

Observo a Dustin quien sorbe sus mocos intentando cantar, no se le entiende un carajo. Cameron está cantando un poco más decente, pero aun así unas cuantas palabras al salir de sus labios se escuchan mas como balbuceos.

No tengo idea de que estarán haciendo los demás del team, no he utilizado mi teléfono desde hace horas y me he desconectado del mundo, así que no se que esté sucediendo en otro lugar justo ahora.

—Me siento como la mierda —pestañeo observando a Dustin, quien ha llegado a la mesa, Cameron se nos une también.

—No eres el único —le digo, haciéndolo esbozar una mueca que intenta ser una sonrisa.

Owen coloca otra canción y se nos une. Los cuatro bebemos y brindamos por lo patético que puede ser enamorarse y salir con un corazón roto.

—Sabrina dijo que se mudaría de vuelta con su madre. No me quiere cerca.

¿Algo que me molesta mucho en estos momentos? El hecho de querer zarandear a Sabrina por hacerme ver a Cameron tan herido y despechado. El pobre no ha dejado de llorar y lamentarse.

—Está bien camaroncito —Owen coloca una mano en su hombro y le da un apretón—. Veras que las cosas entre ustedes se arreglan rápido.

El susodicho sorbe su nariz y niega cabizbajo —No creo que sea tan fácil, le dije cosas que creo son imperdonables.

— ¡El amor es una perra masoquista! —acota Dustin, haciendo fondo blanco de su trago—. ¡Ustedes se aman! Por lo menos tienes la dicha de amar y ser correspondido. ¡La vida es tan mierda! ¡La vida es...!

No termina de hablar porque gruñe frustrado y traga grueso antes de pasar una mano por su cara varias veces.

—No sé porque soy tan estúpido. Me ha gustado una chica que no siente lo mismo por mi desde hace tanto y sigo allí, con la esperanza de que algún día pueda darme una oportunidad. Soy un tonto, un idiota, un...

Shane Foster || El sexy mujeriego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora