18: No te pediré matrimonio.

2.4K 166 113
                                    

Ivie Jackson:

Han pasado tantas cosas que todavía no me lo creo. Se siente como si los recientes acontecimientos hubieran ocurrido de un pestañeo a otro, ¡joder! Si alguien me hubiera dicho que esto me iba a pasar a mí, les aseguro que me hubiese reído en su cara, y con ganas ¿okey?

Es que ni siquiera se siente como si hubiera pasado una eternidad —como la mayoría del tiempo me pasa—, todo lo contrario, se siente como si apenas fue hace unos minutos que radicalmente mi vida tomo otro rumbo. Pero no, la verdad es que solo han pasado dos semanas... Tengo que admitir que sí he exagerado mucho con este asunto, pero pasa que no me lo termino de creer. Parezco una colegiala, demonios.

A ver, los pondré al tanto porque seguramente están muy perdidos, volvamos al día jueves 10 de octubre.

10:38am.

«Puedo hacer esto, puedo hacer esto, puedo hacer esto»

Esas eran mis palabras de aliento, las palabras que mi yo interna me decía para que mi yo externa se motivara a ir a hablar con Ethan. Sí, el rubio, mi sensual vecino, el que se beso con una zorra frente a mí y además me confesó que le gustaba. Ese mismo. La cosa es esta; la persona que mejor me cae y a la cual más aprecio en este mundo me aconsejo que hablara con él -nótese el sarcasmo-, que arreglara las cosas... me dijo que todo podía ser un malentendió, en pocas palabras defendió a su amigo. Lo reconsidere y decidí hacerle caso al idiota-mujeriego de Shane Foster, porque él es amigo de Ethan, y pues, creo que no perderé nada arriesgándome a escuchar lo que tiene para decir mi rubio sensual.

Después de nuestra jodida amnesia y de mi espantosa resaca no permití que Ethan se acercará a mi, mucho menos que me hablara, no quería verlo ni en pintura, ah pero no, yo nunca obtenía lo que quería, mi objetivo no se pudo completar. Mi plan tenia muchas fallas, ¿saben porque no pude lograr mi cometido? Bueno, primero porque es mi vecino, segundo porque Connor y Ethan son muy buenos amigos y tercero porque estudiamos en la misma universidad.

Sin importar cuánto me esforzara por no cruzarme con él, resultaba en vano, de una u otra forma me topaba con su precioso rostro, pero eso no impedía que el sentimiento de furia que estaba creciendo en mi interior se apagara, o detuviera su acelerada marcha, seguía firme en mi decisión al no hablar con él, al no escucharlo. Estaba dolida, he pasado por mucho y no, no es que me este haciendo la víctima o la débil, es que uno se cansa de luchar contra el dolor, uno se cansa de aparentar ser feliz, de mostrar una máscara. Yo ya estaba agotada, harta de fingir.

Así que por eso me rehusaba a estar cerca de Ethan, quería descansar un poco y además quería que sufriera aunque sea una parte de lo que yo he sufrido gracias a él, lo admito, me gusta la venganza. Lo hable con Rose y también con Ginger, ambas estuvieron de acuerdo. Recuerdo sus palabras:

Es perfecto, así sentirá el rechazo por lo menos una puta vez en su vida, le dolerá que estés molesta, tu sigue así —había dicho Ginger con una sonrisa maliciosa en su rostro.

—Siempre has estado para él, es hora de que se dé cuenta que no siempre te tendrá, debe luchar por ti, no por ser un bombón tendrá las cosas fáciles, te apoyamos —Rose asintió muy convencida, luego me abrazó seguido de Ginger.

Hasta hoy no había cambiado de opinión, hasta que Shane y yo hablamos. El idiota se dio cuenta de mi estado, mi mente estaba en la luna, mis ojeras mucho más pronunciadas y fue fácil para él percibir la causa, de inmediato se dio cuenta que se trataba de Ethan. La verdad es que Shane es un buen amigo cuando se lo propone, no es mi persona favorita, es un imbécil, pero esta vez me sirvió de ayuda.

Y con sus palabras en mente, aquí estoy, rumbo al estacionamiento, donde quede de verme con Ethan. Intento lucir normal mientras cruzo la puerta que da directo al lugar de encuentro, busco con la mirada el auto de Ethan mientras avanzo, siempre se estaciona cerca del roble más grande del lugar, pero algunas veces todos los lugares están ocupados, como ahora. Debido a que el aparcamiento es inmenso, decido llamar a Ethan para que me diga donde rayos esta, pero cuando voy a marcar su número un grito me detiene, levanto la vista hacia el lugar proveniente del sonido y lo veo. Esta allí, recostado en la camioneta de los Hall, luciendo realmente hermoso, con un pantalón negro, y una camisa tres cuartos blanca.

Shane Foster || El sexy mujeriego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora