(Editado)
Shane Foster:
Despierto gracias a la luz del sol que se cuela por la ventana y da directo a en mi cara. Espera un momento... ¡¿La luz de la ventana?! ¿Donde carajos estoy?
Joder, mi cabeza me va a explotar. Abro los ojos adaptándome a la luz, sin embargo vuelvo a cerrarlo porque estos arden un poco. Los froto un poco para ver si eso ayuda en algo, cuando los abro nuevamente me doy cuenta que estoy en una habitación, una que no es la mía.
¿Qué coño paso anoche? Veo mi torso notando que está desnudo y eso me alarma, levanto las sabanas que me cubren notando solo tengo puesto mis bóxers... Demonios creo que tome demasiado anoche.
Miro a un lado de la cama y casi me da un infarto gracias a lo que mis ojos están contemplando. Tal vez esto es un sueño, si seguro es eso. Cierro los ojos haciendo presión en ellos, mala idea..., ahora me arrepiento, eso solo ocasiona que segundos después ese impulso por cerrar mis párpados tan fuerte me haga doler más la cabeza.
Vuelvo a abrirlos lentamente... Y allí se encuentra, no es un sueño, es la jodida realidad. Pero ¿cómo es posible? Esto no podía estar pasando, no a mí.
A un lado, acostada junto a mí, solo con un camisón puesto, esta Ivie, ¡Sí! ¡Ivie Jackson! La maniática, la pequeña demonio que anoche mordió mi hombro como un caníbal. No podía ser que estuviésemos así, no podía ser que lo que estaba pensando tal vez ocurrió anoche. ¿Tuvimos sexo? Asco, no, no, no. Maldito alcohol, me traicionaste Jerry, no pudiste meterte en esa vagina.
Trato desesperadamente de recordar por varios minutos pero nada, nada llega y mi cabeza duele mucho más por tanto esfuerzo. Lo último que recuerdo de anoche fue cuando jugábamos verdad o reto y tuve que besar a Hanna por tres minutos, luego Sam fue a vomitar y todo se volvió borroso. ¡A la mierda! Quiero golpearme por no saber qué ha pasado anoche.
Ivie se mueve a mi lado y voltea su cuerpo, me quedo en shock cuando su cara queda en mi dirección y se notan varios chupones color violeta en su cuello.
Joder, ¿qué demonios...?
No puedo quedarme aquí, tengo que averiguar qué pasa. Me levanto con cuidado y busco algo para tapar mi cuerpo semi desnudó, encuentro una toalla y la amarro al rededor de mis caderas.
Abro la puerta y al hacerlo, veo a Hunter tirado en el suelo, a su lado esta Hudson roncando, ambos están con sus trajes de baños puestos. ¿Durmieron allí? Me acerco a ellos y los muevo con el propósito de despertarlos, causando quejidos de su parte.
-¡Par de imbéciles, despierten! -les grito, no tan fuerte, me duele la garganta y mi voz se encuentra muy ronca y golpeada.
-¡Yo no mate al gato! -medio gritan ambos. Ya espabilados -o algo por el estilo-, se dan cuenta de la situación y me miran con expresiones confundidas.
-¿Qué coño paso anoche? ¿Y donde carajos estamos? -interrogo.
-Esta es la casa de Caleb -responde Hunter con voz ronca, rasca su nuca y mira a su hermano.
-No recuerdo nada-confiesa Hudson. Me levanto del suelo y ellos siguen mi acción retorciéndose y soltando quejidos, supongo que no durmieron muy bien.
-Vayamos abajo, busquemos a los demás-empiezo a caminar.
-Me duele todo..., maldita sea -ambos hablan al mismo tiempo, por ser gemelos, ya saben, tienen una especie de conexión tenebrosa.
Bajamos las escaleras con cuidado. Nunca había estado en casa de Caleb, por cuestiones familiares es muy reservado, como les menciones antes. Los gemelos si han venido por cuestiones de trabajos escolares, cuando estudiaban juntos en el instituto. Al bajar nos encontramos con la sala, es muy grande, más grande que la mía e incluso más grande que cualquier otra que yo haya visto.
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Shane Foster || El sexy mujeriego ©
Teen FictionADVERTENCIA: Está historia contiene lenguaje fuerte, contenido sexual explícito e incluso errores ortográficos, se recomienda discreción, gracias. (Además, es un borrador, por lo que no está completamente editada la perfección) Él es encantador, es...