Shane Foster || El sexy mujeriego ©

50: Pincky promise (2)

Shane Foster:

Estoy aparcando en el estacionamiento de mi nuevo edificio junto a mis padres. Sabrina va en el asiento del copiloto de mi auto y esta Owen atrás junto a Cameron.

Según mamá mi nuevo apartamento está completamente vacío, no me lo amueblaron porque prefirieron dejarme esa tarea a mí.

—Estoy ansiosa ¿tú no? —chilla Sabrina, bajando del auto.

Ruedo los ojos y Cameron se ríe.

—Mi novia es hermosa ¿verdad?

Todos bajamos del auto topándonos con mis padres a unos pasos. Nos informan que debemos tomar el elevador para ir a mi piso. Resulta que tengo un piso solo para mí. Si, el lugar es grande.

Cuando las puertas se abren avanzamos hasta la entrada y papá saca una llave, me la tiende y abro la puerta de inmediato.

Cuando esta se abre todos ingresamos.

—Es bonito —comenta Sabrina. Creo que ella no dejara de hablar hoy.

—Me gusta la estructura —Owen asiente en aprobación y seguimos caminando.

Todo el lugar está pintado de blanco y realmente es muy espacioso. Camino por la sala y visualizo la puerta de lo que parece ser la cocina.

—Allá está el pasillo con las habitaciones —me dice mamá, señalándome el lugar.

—¿Puedo...?

—Por supuesto —responde de inmediato.

Me dirijo a las habitaciones, notando cinco puertas. Al abrir la primera me encuentro con una enorme habitación, me adentro detallándola. Tiene dos puertas, una es el closet y otra es el baño.

Curiosamente el baño tiene otra puerta y al abrirla me topo con el pasillo. Interesante...

Continúo mi recorrido, abriendo la siguiente puerta, que resulta ser un armario muy espacioso. Descubro que la siguiente puerta también es una habitación, una no tan espaciosa pero de buen tamaño. Finalmente la última puerta es otra habitación igual de grande que la primera, también tiene un baño pero este no da hacia el pasillo.

Tres habitaciones y dos baños.

Me reencuentro con los chicos que están en la cocina. Los gemelos también están presentes, me saludan como siempre y seguimos a mamá quien se dispone a mostrármela. Todos reímos al ver su entusiasmo.

—Y aquí ira el refrigerador —me señala—. Ahora lo que más me gusta, síganme.

Hacemos lo que pide y nos guía hacia una terraza. Esta nos muestra la calle y demás edificios, es amplia y con techo incluido.

—La cocina da a la terraza privada —nos dice.

—Tienes el suficiente espacio para decorarla como quieras. Decidimos comprarte el último piso porque creímos que sería lo mejor.

—Y es lo mejor papá, te lo aseguro.

Me gusta, me gusta mucho mi nuevo hogar. Solo necesito ambientarlo a mi manera y ya está.

—¿Y qué tal, les gusta?

—Señor Jason, señora Daki, les ha quedado de puta madre.

—Hunter mi vida, no a las malas palabras.

La conversación se extiende y me acerco al borde, para ver hacia abajo. Contemplo la vista y sonrió. Algo me dice que vivir solo me traerá muchos beneficios.