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—¿De verdad tenemos que hacer esto, tarado?
—Por supuesto, me preocupo por tu seguridad.
—Como si fuera igual de imbécil que tú para que me pasara algo.
—Te recuerdo, hermanito, que uno no piensa cuando está a punto de...
El color en la cara de Mauricio cambió de repente al caer en la cuenta de que su hermano mayor iba en serio con hablarle de sexo. No podía estar más avergonzado.
—¡Cállate! ¡Le diré a mi mamá que estás hablando de sexo! —le advirtió, poniéndose las manos en las orejas y negando con la cabeza.
—Por favor, si a mi mamá también le hubieran servido estas pláticas a tu edad —comentó—. Además, no tiene nada de malo que te hable de sexo.
Mauricio paró de mover la cabeza para centrarse en su hermano.
—Claro que sí, es asqueroso.
"Ah, las generaciones de hoy en día ven muchas series gringas. ¿Qué importa que tu familia te hable de sexo?"
Diego rodó los ojos al ver que su hermano se ponía histérico solo con la palabra "sexo". No entendía por qué todos eran tan cerrados con aquel tema. En Kalleha los adultos prohibían que hablaran abiertamente de sexo, pero se asustaban cuando los adolescentes terminaban siendo padres a temprana edad. Ridículo.
Aunque no negaba que la razón para hablarle a su hermano de sexo era hacerlo sentir avergonzado por unos minutos.
—Mira, si no quieres que yo, tu hermano mayor responsable y preocupado por tu seguridad, te hable de sexo, infórmate muy bien en lugares seguros y confiables. No quiero que termines embarazando a alguna chica o contagiándote de alguna enfermedad.
Por suerte, Javier llegó justo a tiempo para evitar que Diego le hiciera alguna pregunta comprometedora a su hermano. Lo malo era que ahora el ambiente había cambiado a uno de incomodidad. Y ningún Mendoza sabía cómo escapar de aquel escenario.
"Diego, sácame de aquí", pidió su conciencia, como si fuera tan fácil tomar y largarse de ahí sin ser golpeado por Mauricio.
"¡Ja! ¿Quién está sufriendo ahora?"
¿Por qué tenía que aguantar a dos subnormales más aparte de él?
Necesitaba un cigarro.
—Muy bien, pueden decir todo lo que quieran. Es más escalofriante no escucharlos. —Se giró hacia Mauricio—. Me sorprende que te contengas de decirme lo imbécil que soy.
Era verdad, ¿desde cuándo tenían compasión por Javier? Toda su vida se la pasó recriminándole estupideces, esta era una gran oportunidad. Pero no lo hacían..., ¿por qué?
—Sí, eres un idiota imbécil, —comenzó a decir Mauricio—, pero creo que tú ya te atormentas solo.
Ah, era esa la razón.
Una sonrisa amarga apareció en el rostro de Javier.
—Bien.
Antes de que su primo desapareciera y no volvieran a verlo hasta el día siguiente, Diego le preguntó:
—¿Vas a hablar con tus padres? ¿O los vas a dejar especulando sobre dónde estás en realidad? —Rebeca tenía razón en cuanto a ese punto, Javier no podía desconectarse del mundo así nada más.
—¿Y tú qué crees?
—Pues no los vas a dejar así —contribuyó Mauricio—. Si quieres no les hables ahorita, pero tienes que hacerlo.
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Rey Busca Líos
Teen FictionDiego es conocido como el Rey Busca Líos de la preparatoria Roochemore. Quien, según los rumores, es un pandillero que no soporta que invadan su espacio personal. Por esa razón nadie se explica cómo Alexander, el chico nuevo, ha conseguido hablarle...