La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]

¿Quién fue? (I)

—¡Vaya! Parece que tienes un admirador secreto —digo apaciguando mi descontento.

Laura no articula palabra alguna, pero no hace falta para leer en su cara la felicidad que siente. Está muy emocionada. Mantiene la vista sobre la carta y muestra sus dientes perlados. ¿No debería estar contenta por ella? ¿No debería alegrarme porque este podría ser su futuro novio? No, claro que no. Alguien quiere jugar con sus sentimientos. Esto es una táctica para enamorar a una chica inocente como ella. Sé perfectamente lo que pasará. La conquistará, le robará su inocencia y luego le romperá el corazón. Y ella es tan ingenua que está picando el anzuelo. No quiero que me la quiten y que le hagan daño, pero tampoco puedo estropearle este momento de ilusión.

Nos sentamos sin tocar el sobre, rodeándolo con cuidado como si tuviéramos una bomba delante. Si ha sido cosa de Mauro, lo mataré. Esto sería una bajeza por su parte.

Laura mantiene su sonrisa bobalicona y, de forma curiosa, me mira y mira la carta, me mira y vuelve a mirar el sobre. Entra en bucle. Está atontada.

—Venga, Laura. Ábrelo de una vez antes de que llegue la profesora —le digo y ríe al cogerlo.

Es digna de ver rasgando el papel con sumo cuidado. Quiero que se dé prisa. Me muero por ver el nombre del que se las da de romántico.

—Laura, un poco más de brío —digo.

—Me gusta disfrutar las sorpresas —dice.

Se lo quitaría de las manos para abrirlo yo, pero se enfadaría. Podría romperlo por accidente, esa no sería mala idea. No, no. No puedo hacerle eso.

Laura saca la tarjeta del sobre. Es como una postal de corazones y ositos. El texto central está escrito a mano con una caligrafía cuidada y fina, increíble. La han perfumado porque huele con intensidad. Es un detalle muy bonito. Le roba el aliento a mi cuñada.

—Leámoslo juntas —me dice emocionada y pone la tarjeta entre nosotras.

Anoche soñé con un infierno en llamas

Donde ardía por el pecado de amar

A la más bellas de las almas,

La del ángel que me puede salvar.

Y con el despunte del alba

El beso del ángel me hace despertar

En este mundo de esperanza

Donde por ti volvería a pecar.

—¡Qué bonito! —exclama Laura prácticamente babeando.

—Sí... —Fuerzo la sonrisa. No tengo nada que hacer. Ha mordido el anzuelo y yo no tengo una carnada que compita con eso para que no caiga en la trampa.

—Ana, ¿has tenido algo que ver? —me pregunta con ese brillo en su cara.

—¿Yo? No. —Ojalá.

—Dime la verdad. —No entiendo por qué insiste.

—Es la verdad. A ver, dale la vuelta. Imagino que el poeta haya firmado —digo.

Laura gira la tarjeta y, en efecto, hay un texto detrás con una pista de su admirador.

¡Hola, princesa!

Eres mi alegría de todas las mañanas desde que llegaste al instituto. Esto es una muestra de lo que me haces sentir. Deseo conocerte. ¿Y tú a mí?

Tu enamorado del 4º B.

¿Enamorado del grupo B? ¡Puf! Esto es una cursilada de niños, pero a ella le ha gustado. Hay chicos lindos en ese grupo y podría haber sido cualquiera de ellos porque los del B son de letras. Podría investigar y averiguar quién fue, pero esta batalla la he perdido. Laura se ha vuelto tan popular. Es cuestión de tiempo que la separen de mi lado...