La aprovechada de Angie me hace sombra. Ahí está en bikini con su postura relajada y su permanente sonrisa. Si le da por soltar una palabra sobre lo que pasó en el club delante de Flor, me moriré de la vergüenza. Tengo que hacer que desaparezca.
—¿Qué haces aquí? —digo carente de simpatía.
—La playa es un espacio comunitario, o eso tenía entendido. Tema aparte, tenemos una conversación pendiente —dice Angie. Me quiere dejar en evidencia delante de Flor. Por suerte, Laurita está lejos y no presenciará esto.
—No hay nada de lo que hablar. Creía haber sido clara —digo.
—¿Por qué eres tan infantil? —¡Maldita Angie! Va de madura y es una embaucadora.
—No le hables así a Ana. —Flor da la cara por mí. Ella sí es una amiga.
—Perdón, chica, pero no seas entrometida. Ella y yo nos entendemos. ¿Quieres que lo hablemos aquí, Ana? No tengo nada que ocultar. —Angie es cada vez más fastidiosa. Se hace la agradable con su tono amistoso, pero es evidente que me chantajea con esas palabras.
—No pasa nada, Flor. Ahora vengo. —Me levanto y me alejo con Angie hacia la playa.
—¿Y esa? ¿Tu nueva novia? ¿No has podido dejar de ligar con chicas desde aquella noche? —Angie me estrangula con sus cuestiones.
—A ti no te importa. Ella es una amiga de verdad, una que sabe respetar —le reprocho y una ola baña mis pies como si quisiera serenar mi temperamento. Hago caso a la caricia del agua, me limito a hablar—. ¿Qué haces aquí y qué quieres?
—Lo mismo que tú, vine a disfrutar de la playa con una amiga —señala a una chica rubia sentada en la distancia— y te he visto.
—Ya veo, otra víctima de tu "amistad". No tienes ni vergüenza. Sales con ella y te atreves a venir a hablar conmigo. —Se lo restriego bien como si cogiera un puñado de arena húmeda y se lo estampara en la cara.
—Estás equivocada. Es una amiga igual que tú. —Seguro que ya se ha acostado con esa—. Ana, supéralo. Metí la pata, ¿vale? Es eso lo que quieres escuchar, ¿no?
—Directamente no quiero escucharte, pero no dejaré que estropees mi paseo con tu insistencia. Di lo que tengas que decir y desaparece. —Me mantengo firme.
—Puedes estar tranquila, no voy por ahí traicionando la intimidad de mis amigas. —¿Debería fiarme? Es tan engatusadora—. Siento mucho que tuvieras esa experiencia conmigo. Seguramente era tu primera vez con una chica y fui muy brusca. Estaba muy bebida y me dejé llevar. No te imaginas cuánto me pones, Ana.
—Sí, claro. Eso les dices a todas tus conquistas de una noche. ¿Cuántas veces se lo has dicho a esa que anda contigo? Te habrías aprovechado de mí y luego qué. En serio, Angie, eres despreciable. —No la trago.
—Que no, ¡joder! Ana, te comportas como una niña, pero me he quedado enganchada contigo. Discúlpame. —Angie me acaricia la cara.
—¡¿Qué coño haces?! —Le aparto el brazo de un manotazo. ¿No se da cuenta de que estamos en público? Espero que Laurita no la viera—. ¿Estás loca o qué?
—Perdón, ha sido un impulso. Es que me jode que estés enfadada conmigo. Te estoy diciendo la verdad. Te he llamado cientos de veces, te he enviado mil mensajes, y todo es porque me he enganchado contigo. Nadie me había rechazado y me importaba bien poco que lo hicieran, igual que desaparecer de la cama de una extraña al amanecer, en eso tienes razón, pero contigo me está pasando algo. Hasta mi tío me lo ha dicho —confiesa Angie y me sorprende. Por una parte, hace que me sienta especial, pero, por otra, dudo de su sinceridad.
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La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]
RomanceTras superar mi etapa de rebeldía, mi vida de adolescente se convirtió en un sueño hecho realidad. Mis padres me permitieron vivir sola con mi novio e incluso me asignaron una paga mensual. Mis únicas obligaciones consistían en estudiar y ayudar a m...