Partido de Vóley

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¿Qué pudo haber pasado en mi ausencia? ¿Eric habrá descubierto algo e intenta contrastar la versión de Laurita y la mía por separado? Alguna razón debe haber detrás de la mirada acechante que mantuvo sobre su hermana tras mi regreso. Presiento que esta conversación estará vinculada con ello.

—¿Sobre mi cuñada? ¿Qué ha pasado? —pregunto fingiendo ingenuidad y disimulo mis temblores tapándome hasta la barbilla.

—Hoy se ha abierto conmigo como nunca antes había hecho —dice Eric con expresión angustiosa. Espero que Laurita no confesara cosas nuestras sin consultarlo conmigo—. Creía conocerla muy bien, pero me ha contado sus secretos y debo decir que me han golpeado muy fuerte.

¡Qué nervios! Me duele mirarlo a los ojos.

—¿Secretos? ¿Qué secretos? —pregunto camuflando mi miedo.

—Tú los conoces. —Eric aumenta mi inquietud y mis ganas de reconocer mi culpa, pero no debo impacientarme—. Mi hermana tuvo una novia que se llamaba Aiko. Recuerdo a esa chica y la amistad que surgió entre ellas desde que se conocieron. Pero nunca supe que mi hermana era lesbiana porque ella no me habló sobre su relación. —Esto puede ser tan bueno como malo. Debo callar y esperar a que termine—. Hoy me contó los detalles y la tragedia con la pérdida de Aiko. Me afectó mucho, Ana, porque mi hermana cargó con todo ese sufrimiento sola y no me dijo nada para que yo no abandonara mi vida por ella. Se distanció de mí para no perjudicarme con su malestar, pero yo habría preferido lo contrario. Si me hubiera dicho que le amargaban la vida por ser lesbiana, habría ido a apoyarla y habría puesto a todo el mundo en su sitio.

Laurita tenía razón y ahora comprendo mejor cuál era su miedo. Eric habría sacrificado su porvenir por su hermana y ella no deseaba eso. Todo es tan injusto...

—También me jode que mis padres quisieran estropear su felicidad —continúa Eric—. En lugar de apoyarla, preferían apartarla de la chica que la hacía feliz porque la consideraban una mala influencia. No los llamé para reprocharles las verdades por petición de mi hermana y para evitar una guerra entre la familia, pero ganas no me faltan. Siento tanta pena por mi hermana. Todo esto ya lo sabes.

—Sí, ella me lo contó hace poco. Es muy triste. —Tan triste como nuestra traición.

—Mucho. La peor parte es que intentara suicidarse. Nunca imaginé que usara la muñequera para ocultar una cicatriz. Ella me había dicho que se la ponía porque era un accesorio que le gustaba. ¿Cómo no lo vi venir? ¿Sabes cuánto me habría dolido si la hubiera perdido? —Eric derrama algunas lágrimas.

—Lo sé. —Me arrimo a él y lo abrazo—. Pero ella sigue con nosotros y no volverá a hacerlo. Eso es lo importante.

—Y todo es gracias a ti —dice Eric y, por un momento, fantaseo con la idea de que se haya enterado de mi relación con ella y que la haya consentido—. Mi hermana me dijo que la has apoyado desde el principio y que le has brindado tu confianza y tu cariño. Me enseñó el tatuaje que se hizo para superar su pasado. Gracias a ti, ella me ha abierto su corazón y siento a mi hermana más cerca de mí. Ahora entiendo tus preocupaciones. Tú has estado a su lado en todo momento protegiéndola, dedicándole tus energías y guardando sus secretos, incluso la has ayudado a tener sus primeras amigas. Nunca tendré cómo agradecerte todo lo que has hecho y lo que haces por ella. Estoy muy orgulloso de ti. Siempre he sabido que me fijé en la chica correcta —expresa conmovido.

—Eric... —Sus palabras son hermosas, pero me hieren porque soy su gran decepción. Quiero confesar la verdad. Sin embargo, parpadeo y me brotan las lágrimas. Soy una cobarde y no puedo precipitarme porque destruiré a ambos hermanos—. Tú no tienes nada que agradecerme. Tú ya iluminaste mi camino y yo haré lo mismo con el de tu hermana.

La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora