Su lengua metida en mi boca y la mía en la suya me eleva hasta otra dimensión, una dimensión en la que estamos solas y donde su cuerpo es todo lo que mis sentidos perciben. ¿Por qué me pasa esto con ella? ¿Por qué un beso me seduce hasta desear más? Un roce me incita a buscar otro y ese, a otro. Es una cadena infinita en la que cada eslabón representa un armonioso contacto entre nuestros labios.
Entierro mis manos entre sus cabellos sedosos. La disfruto. Ella me toma de la cintura, me hace suya. Nuestros cuerpos se presionan como si quisieran fundirse en uno. Me tiene hechizada. No pienso. No razono. Ella ocupa todo mi pensamiento. Hacer que su boca sea mía me acelera. Quiero poseerla, aunque sea por una vez, para despejar todas mis dudas, para comprender por qué me enloquece con tanta facilidad. Ella es un dulce manantial del que ansío beber.
Mis manos descienden hasta sus pechos en una caricia. Los tomo y los aprieto con suavidad. El sostén es un indeseable obstáculo, pero igualmente aprecio sus siluetas tan redondeadas. Se convierte en una adicción juntárselos porque libera pequeños gemidos que me resultan excitantes.
Laurita tampoco se queda quieta. Ella recorre mis curvas hasta posarse en mis nalgas. Su forma tan delicada de apretujarme y de abrirme me humedece en segundos. Esos dedos suyos insinuando que penetrarán bajo mis bragas son mi verdadera perdición. ¡Que lo haga! ¡Quiero que me toque como hizo en el jacuzzi!
Libero su boca temporalmente. Soy víctima de un lujurioso plan que se traza en mi cabeza. Quizás, si se calienta como yo, me regale lo que pide mi interior. Beso su mejilla a modo de trampolín para llegar a su oreja. Es ahí donde me entretengo lamiendo su lóbulo y todo el contorno. Su forma de estremecer las piernas y de agarrarme las nalgas debe ser una señal de que le gusta. Pero esto es solo un puente en mi camino. Su cuello es mi próximo destino y lo saboreo como si chupara un cono de helado.
—Ani... ¿Qué significan? —me pregunta con ese tono delicado y excitante.
La silencio rozando sus labios con un dedo. El tacto de su lengua sobre la yema me invita a introducirlo en su boca. Enseguida lo chupa, lo humedece, se apodera de él por completo. Su jugueteo me hace imaginar las maravillas que podría obrar en otra parte de mí.
Es el momento de conquistar un nuevo nivel que solo he alcanzado en mis sueños. Abandono su fino cuello para aventurarme en el pecho que apretujo fervientemente. Me cuesta creer que esto sea real. ¿Estaré dormida como aquella vez? Que nada me detenga. Penetro con mi lengua bajo su sostén. Es tan suave y está tan tibia que no puedo resistirme y descubro todo su seno. Ahora nada me impide degustar como es debido. Azoto su pezón a lametazos dentro de mi boca y se le endurece al instante. Me deleita su frágil gemido.
—Ah... ¿Qué significan, Ani? —La ignoro y la callo con el dedo otra vez, pero su voz temblorosa se vuelve cada vez más excitante.
Soy la siguiente en gemir con su pecho llenando mi boca. Como toda una niña traviesa, Laurita ha colado una mano bajo mi pantalón y la ha restregado entre mis nalgas hasta presionar mis labios. Moría de ganas de que me tocara ahí. Su roce tan placentero me despierta movimientos pélvicos involuntarios. Me masajea con delicadeza. Ese vaivén de sus dedos sobre mis bragas es muy estimulante. Es tan cruel que presiona al azar y me provoca sobresaltos. Estoy dispuesta a dejar que se moje en mi interior.
Recorro su cara en una caricia hasta apoderarme de sus cabellos. Tengo otro plan en mi hedonista mente. Mi boca poseyendo su pecho actúa como medio de distracción. Es mi mano pervertida la que se arrastra como una serpiente escurridiza por su torso. Se encuentra con un dilema al posarse en su vientre: ¿Ataco por encima o por debajo de la ropa? Quizás sea muy brusco invadir su intimidad con violencia. Es mejor que fluya con naturalidad.
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La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]
RomanceTras superar mi etapa de rebeldía, mi vida de adolescente se convirtió en un sueño hecho realidad. Mis padres me permitieron vivir sola con mi novio e incluso me asignaron una paga mensual. Mis únicas obligaciones consistían en estudiar y ayudar a m...