Busco refugio en el baño, el consuelo que me queda para ahogar mis penas. Lleno la bañera conmigo dentro. El agua tibia me cubre y la espuma se multiplica. Me entretengo pinchando las pompas de jabón. Aura se me representa en cada burbuja. Desearía que explotara como todas ellas.
¿Qué me pasa? ¿Por qué me afecta tanto que mi cuñada esté haciendo una nueva amiga? Es normal que socialice, que conozca a gente. Yo debería alegrarme por ella y estar ansiosa porque tendré mi cita con Eric. ¿Qué ha pasado de repente? ¿Lo que me molesta es que mi tarde planificada con Laurita se fuera a la mierda? Habríamos paseado, habríamos comido helado, me habría animado para esta noche, me habría ayudado a elegir la ropa apropiada... ¿Por qué tuvo que aparecer esa intrusa hoy?
Mis lágrimas se diluyen en el agua. Me sumerjo por completo para aislarme del mundo con el silencio de la densidad líquida. Incluso así, sus risas rezumban en mi cabeza. Las dos tumbadas en la cama tan unidas y alegres. Me jode tanto. Solo me compensaría sacar la cabeza del agua y encontrarme a Laurita agachada junto a la bañera. Sería tan consolador que me acariciara el cabello, que me dijera con su dulce voz que no pasa nada y que me diera un besito cariñoso.
Emerjo engañada por mi fantasía. Ella no está. Como consecuencia, un impulso en mi interior me ordena que haga algo para llamar su atención. Debo recordarle que sigo existiendo y que estoy aquí.
Tras meditarlo, cojo mi teléfono. La ilusión regresa con intensidad a mi cara. Me creo una barba con la espuma. Poso poniendo boca de pez y levantando las cejas. Enseguida me río cuando me veo ejerciendo de payasa. Empleo el editor de fotos para añadirme un loro en mi hombro desnudo. Creo que he quedado muy graciosa. Le envío la imagen junto con el texto «El capitán Barbaespuma está reclutando grumetes, niña. ¿Te unes a la tripulación?».
Laurita está en línea. Ha visto mi mensaje al instante. Ahora está escribiendo. Muero de ganas por ver qué dirá. No puedes competir con esto, Aura. Yo gano...
Han pasado dos minutos y mi cuñada no me ha respondido. Puede que esté escribiendo un buen párrafo o un mensaje larguísimo de emoticonos llorando de risa. Seguro que prepara una sorpresa para mí. ¡Estoy tan ansiosa!
—Última conexión... —leo en voz baja—. ¿Qué?
¿Estará fallando mi Internet? ¿Se habrá perdido la señal?
No, no puede ser verdad. No me lo creo. La conexión está en perfectas condiciones. Lo que ocurre aquí... es que Laura me ha ignorado. ¿Por qué? ¿Por qué me hace esto? ¿Tan insignificante soy al lado de esa Aura? Y creía que Daniela era de las peores víboras. ¡Aura la supera! Seguro que fue ella quien le quitó el teléfono y la volvió a tumbar en la cama. ¡Dios, no! No la deja ni respirar.
Suspiro frustrada. Me quiero ahogar en la bañera y que mi cuñada me haga la respiración boca a boca.
♫This world can hurt you...♫
Contesto el teléfono en cuanto suena y vibra en mi mano. Es una reacción automática.
—¡Laurita! —exclamo con fuerza.
—¿Qué? ¿Ya me confundes con ella? ¡Menudo insulto! Estoy bromeando, espero que no esté cerca oyéndome. Mira que de Claudia a Laura hay letras de diferencia. —Es mi vieja amiga.
—Perdón, Claudia. Es que ni me fijé en quién llamaba —digo.
—Ya veo. No recuerdo la última vez que me cogiste el teléfono tan pronto y con tanta energía. ¿Será porque eso nunca ha pasado? —El sarcasmo de Claudia no puedo tolerarlo en este momento.
—Claudia, por favor, que no estoy de humor.
—¿Y eso? ¿Discutiste con ella? —supone.
—¿Por qué iba a discutir con mi cuñada? —Ni que tuviera un sexto sentido para olerse que está relacionado con Laura.
ESTÁS LEYENDO
La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]
RomanceTras superar mi etapa de rebeldía, mi vida de adolescente se convirtió en un sueño hecho realidad. Mis padres me permitieron vivir sola con mi novio e incluso me asignaron una paga mensual. Mis únicas obligaciones consistían en estudiar y ayudar a m...