Represento la furia contenida durante mi regreso a casa. El dolor del desengaño provoca que mi labio tiemble. Mis lágrimas se componen de pura rabia. Farolas, paredes y hasta el ascensor saborean mi puño. He sufrido decepciones y también las he provocado, pero nada iguala a la decepción llamada Laura.
Introduzco la llave en la cerradura como si apuñalara a la propia puerta. Mis manos no dejan de vibrar a causa de mi incontrolable nerviosismo. Mis nudillos están enrojecidos y ligeramente raspados como fruto de mi desahogo por el camino, pero ni siquiera me afecta el escozor.
Cuando abro, veo a la decepción sentada en el sofá como una santa. Piernas unidas, cojín sobre ellas y manos abrazadas a este. Su rostro y su postura transmiten aflicción, pero sé muy bien que se trata de su máscara, de sus mentiras. Ya no caeré en sus juegos. Aprieto los dientes para frenar mi ira porque soy capaz de arrastrarla en cuanto explote. Cierro con un portazo mientras le lanzo una mirada asesina.
—Ani, tengo que contarte una cosa —dice con su voz angelical, con su voz de manipuladora. ¡Estoy cansada de su actuación y de su falsa inocencia!
—¿Sí? ¿Qué mentira me has preparado esta vez? ¡Dime! —le chillo, es irremediable.
—Ani, no es una mentira. Siéntate y hablemos, por favor. —¡¿Cómo tiene la cara de pedirme "por favor"?!
—¡¿Cómo puedes ser tan hipócrita?! ¿Creías que no me enteraría de todas tus mierdas? ¡Mentirosa de mierda! ¡No me has dicho ni una puta verdad desde que nos conocimos! —le recrimino sacudiendo mis brazos como un remolino.
—Ani, eso no es verdad. —Se pone de pie con los ojos llorosos, empieza su espectáculo de lágrimas de cocodrilo—. No te he mentido como piensas.
—¡¿No?! ¿Me dirás que no me has mentido? ¡Dios, qué puta mentirosa! ¿Crees que no sé lo que le hiciste a Sandra? ¿Creías que no me enteraría de lo que le hiciste a Mario? —No me tomará por tonta, ya no.
—¿Por qué les das más valor a ellos que a mí, Ani? —Se me acerca llorando. Espero que no se atreva a tocarme porque le partiré la cara—. Ellos querían hacernos daño...
—¡Cállate! —le grito y alzo la mano para que no me roce—. No me vas a manipular con tus putas caricias y tu zalamería. Ahora sé perfectamente la clase de persona que eres, Laura. Te haces la buena porque sabías que descubriría lo que le hiciste a Sandra. De haber podido, habrías seguido con tu mentira. ¡Eres una loca agresiva y mentirosa!
—¡Ani, no digas eso! —Su llanto se agudiza a mi lado.
—¡No te me acerques más, joder! —Me aparto—. Me asquea tener cerca una persona como tú. ¡Y deja de llamarme Ani! Lo único que haces es repugnarme.
—¡¿Por qué me tratas así, Ani?! ¡Solo lo he hecho por mi familia! Mario quería encarcelar a mi hermano y Sandra quería aprovecharse de ti. Ellos no querían razonar y les pagué con la misma moneda. He hecho lo mismo con los demás —confiesa con su imagen de fragilidad, pero no me produce ninguna pena.
—¿Los demás? —pregunto extrañada. Ella misma se está desenmascarando.
—¡Sí, Ani! No me gusta la gente que hace daño a mi familia y a mí. Ricardo, Mario, Sandra, Angie, Catalina, Patricia, Víctor, todos merecían un castigo para que nos dejaran en paz —confiesa y me quedo perpleja. ¡¿Cuántas cosas ha hecho a mis espaldas?! ¡¿Ha atacado a todos ellos?! ¡¿Tan perversa ha sido?! ¡Y a Víctor, que es buenísimo!
—¿Qué...? ¡Ahora sí creo que eres una puta loca! —le grito en la cara.
—Ani, no soy una loca —dice empapada en lágrimas e intenta coger mi mano.
ESTÁS LEYENDO
La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]
RomanceTras superar mi etapa de rebeldía, mi vida de adolescente se convirtió en un sueño hecho realidad. Mis padres me permitieron vivir sola con mi novio e incluso me asignaron una paga mensual. Mis únicas obligaciones consistían en estudiar y ayudar a m...