Re: Zero Arco 6 El『Salón de los Recuerdos』

Capitulo 85: Buen Perdedor

――Me tomó valor llamarme 『el más grande caballero』.

Estaba orgulloso de ser llamado y elogiado por otros. Sin embargo, nunca me he llamado 『El más excelente』.

Estoy orgulloso de haber pasado mis días estudiando mucho. Sin embargo, en un cuerpo inmaduro y sin talento, si miras hacia arriba, estarás rodeado de antepasados excelentes, compañeros dignos e increíbles generaciones más jóvenes. Pensé que era lamentable pero estaba feliz.

Ser reconocido por alguien debería ser la recompensa del esfuerzo y la dedicación. Más aún, si quieres ser reconocido por todos, el esfuerzo y la dedicación deben ser tremendos, pero debe ser a tal grado que todos le tengan miedo.

――¿Has hecho el esfuerzo apropiado?

Ciertamente me enorgullece pasar mis días estudiando con generosos esfuerzos. Sin embargo, ¿excediste el límite? ¿Se perfeccionó hasta quedar exhausto? Inspirado por el esfuerzo de los demás, ¿prometi hacer más esfuerzos idealmente?

Respondamos la auto-pregunta y la auto-respuesta.

Julius Juukulius ha hecho eso. Más allá de los límites, me perfeccioné hasta quedar exhausto y me comprometí a seguir esforzándome utilizando el esfuerzo de los demás como modelo.

――Por lo tanto, estaba orgulloso de la existencia de la "espada".

Julius: Soy 『El Más Grande Caballero』, Julius Juukulius. La espada que te cortará.

Reid: ――――

El 『Santo de la Espada』 se quedo en silenció frente a Julius, quien agarró el dobladillo de su capa y se inclinó. Cerró los ojos frente al que estaba cubierto en un ojo por una banda y no veía a Julius. Simplemente cruza silenciosamente sus gruesos y fuertes brazos y piensa en algo. Sin embargo, ese pensamiento no dura mucho.

Originalmente, se sabe que la naturaleza de las personas no son aptas para pensar es que obtienen una respuesta muy corta. Por lo tanto...

Reid: Ah, ah, ah, ah, ah, ah ... ¡Eso es!

Rascándose la cabeza con la mano, el 『Santo de la Espada』 una vez más pisa con fuerza el suelo. Ese único acto hizo sacudir el segundo piso como si el suelo blanco estallara. Echidna, que ve el enfrentamiento entre los dos, se encoge de hombros, pero Julius no, el se mantuvo erguido, no tembló. Reid lo miró y chasqueó la lengua.

Reid: Se ve bien, se ve bien, se ve bien ... Oh, se ve bien. Después de todo, tú, me salto cosas como mis secuaces. Eres un bastardo, no me gusta, tú.

Julius: No tengo idea al respecto sobre de que hablas, pero tengo que simpatizar con el hombre que es su hijo.

Reid: ¿Ah? ¿Quién dijo que era un hombre? En primer lugar, no sería divertido llevar a un bastardo contigo. El niño del que hablo es una mujer. Es bueno, pero tiene sentido.

Julius: Una mujer ... Entonces, ¿qué tenemos en común la mujer y yo?

Reid: ¿Ah? No me hagas decirlo una y otra vez.

Con arrugas en la nariz, Reid sonríe como un tiburón. Luego, tocó sus mejillas con las manos abiertas.

Reid: Es un lugar lógico y un buen lado.

Julius: ――――

Reid: ¿No es frustrante? Son lindos ... Bueno, está bien.

Reid dice eso tronándose el cuello, resoplando ante la mala reacción de Julius. Luego observa a Julius con sus ojos azules no, no a Julius, sino a su entorno. Las tenues luces que se balancean alrededor de Julius, eran más brillantes que antes. Sobre todo, era la primera vez que los muestra frente a Reid.