Re: Zero Arco 6 El『Salón de los Recuerdos』

Capítulo 39: "Restos"

Repetidamente, una y otra vez, un calor abrasador llena su propio ser.

Su cráneo, sus extremidades, su torso, sus órganos, su carne y sangre. Cada cosa en su cuerpo está aplastada, rota, retorcida y rota. La angustia enciende su mente, es como si cada una de sus terminaciones nerviosas estuvieran siendo arrancadas en este momento, su alma está en llamas, ardiendo. Los gritos que soltó estaban llenos de fiebre y delirio.

Dolor, dolor, dolor, dolor, dolor, dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor. El esta sufriendo.

Solo había dolor. Solo hay dolor. El mundo a su alrededor estaba lleno de dolor. Incluso solo pensar que esto causa más dolor nublarlo.

Sus pensamientos, su propia existencia están pintados de dolor. Ansiedad, confusión, nerviosismo, tristeza, ira, desesperación, todas estas emociones no tienen sentido frente al dolor.

No tienen sentido, sí, no tienen sentido.

Pensamientos, acciones, reflexiones, opiniones, esperanzas, recuerdos, todos son igualmente sin sentido. Esas cosas son inútiles, rotas, aplastadas y perdidas al final.

Solo el dolor interminable inscrito dentro de su alma lo hace consciente de su existencia. Entonces, de repente, el dolor interminable ... comienza a desvanecerse ...

Subaru: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Se despierta gritando. No hace mucho tiempo que sus gritos habían sido ahogados por la sangre en su garganta aplastada.

Subaru: ¡¡AAAAAAAAAAAAH!! ¡¡AHHHHHHHHH!!

Mientras grita, trata de proteger su cuerpo de ser aplastado usando sus brazos y piernas. Sus brazos deben estar rotos, completamente inutilizables, mueve las piernas. Aunque sus piernas se mueven, pierde el equilibrio ya que su cuerpo todavía está abrumado por la sensación de ingravidez y cae al suelo.

Subaru: ................................. gh.

Intenta hablar, pero no salió nada parecido al discurso. Él rueda al suelo. La sensación del piso era extraña, sintió una sensación como la de una cuerda contra su cuerpo. Abre la garganta, que gritaba por oxígeno, e inmediatamente siente un fuerte dolor que lo golpea, lo que provoca un ataque de tos. Incapaz de soportarlo, vomita. Su estómago había estado casi vacío. De su boca se arrojan trozos acuosos de vómito que huelen mal.

Subaru: Blurgh, Bgh! Gh, ghrgh! Gbruuuugh!

Tosiendo violentamente y escupiendo un poco de bilis, lágrimas y mocos le tapan la cara arrugada. Agachándose y cubriéndose la cara, coloca la frente contra el suelo y comienza a balancearse hacia adelante y hacia atrás. Repitiendo este movimiento, finalmente lo nota.

... Ese dolor abrumador que había sufrido cuando su cuerpo había sido aplastado había desaparecido.

Subaru: ... ¿ah?

Le había sorprendido lo repentinamente que se había desvanecido su dolor, que hasta ahora no se había dado cuenta de que alguien le acariciaba suavemente la espalda.

???: ¿Está todo mejor ahora?

Reflejado en sus ojos llenos de lágrimas, podía ver a la persona que le había estado acariciando la espalda. Incluso con su visión borrosa, la imagen de la niña era bastante vívida, tenía un hermoso cabello plateado y ojos color amatista, en su rostro había una expresión de preocupación mientras le palmeaba la espalda. Ella comenzó a hablar:

???: Suba ...

Subaru: ¡¡AHHHHHHHHHHHHHH!!

Giró su cuerpo y sacudió la mano blanca que le había estado tocando la espalda. Mientras lo hacía, un rastro de sorpresa revoloteó por los ojos de la niña que hasta entonces lo habían estado acariciando. Pero el que tenía el alma más dañada aquí era él.