Una brevis.

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Christmas fairy.

Entonces, Ronan Lynch, cree que vestirse de papá Noel es buena idea. Por lo que ha soñado un traje perfectamente diseñado, todo acorde al "verdadero" señor Claus. Pero para esta tragicomedia, tendremos que esperar un poco.

Ronan alcanza una cubeta roja que Opal le avienta, fuera de los graneros hace un frío esquimal, pero Ronan olvidó la maldita cubeta de los renos de Santa. Opal entra a la casa, Ronan va a llenar la cubeta de agua, la deja en la entrada; su hija lo observa desde la ventana, admirando el arduo trabajo de Ronan, con esos ojos azules que brillan como animal en oscuridad. La muchachita asiente, como agradeciéndole a Ronan por el arduo trabajo, como satisfecha o tranquila que la cubeta esté en su lugar y así los renos no pasarán sed ni hambre (al lado de la cubeta hay un cesto con zanahorias que Adam cultivó; y, joder, Adam Parrish en overol, sombrero de paja bajo los rayos del sol es un concepto que Ronan nunca va a olvidar, porque Adam versión agricultor es demasiado sexy).

—¿El hada de la navidad es bonita? —pregunta su hija, Ronan es abordado inmediatamente desde la entrada de la casa.

—Tan hermosa como... como tu papá.

—¿Papá es hermoso?

—Lo es, mucho. Demasiado. Pulcher est homo. —Lo que Ronan quería saber es ¿de dónde carajo había sacado Adam a la maldita hada de la navidad? Suspiró pesadamente, esas galletas se miraban demasiado apetitosas.

—No puedes comértelas porque no son tuyas.

—No iba a comerlas.

—Entonces deja de mirarlas como si lo fueras hacer.

—¿Tienes sueño? —tal vez si mandaba a su hija a dormir él y Adam podrían tener algo de fiesta navideña en la habitación. Su hija niega, pero claro que no. —Ah, mi precioso Weirdo. —¿qué otra cosa puede hacer mientras esperan a los demás sino besar a su hija y hacerle cosquillas?

Opal y Adam, ambos sentados en el sofá con mantas, disfrutan de Home Alone. Adam buscando el calor de Opal y esta buscando a Adam.
 El primer invitado llega y los demás parecen captar el mensaje de ir llegango. En primera instancia Ronan quería usar el traje de Claus para seducir a Adam, pero luego éste le había contado que nunca tuvo la oportunidad de ir al centro comercial y decirle a Santa su regalo de navidad, o sea que nunca pudo sentarse en las piernas de un extraño en traje rojo. Así que, de un modo de doble sentido, él podía ser Santa, ponerse a Adam en las piernas y escuchar su deseo (y ojalá fuera que le dijera "me porté mal este año, merezco unas nalgadas, daddy". Madre Teresa de Calcuta, que buenos pensamientos.)

Ronan esperó a que todos los niños estuvieran en la sala, Gansey y Blue estaban partiéndose de la risa, Deaclan le decía que era mala idea, Matthew no dejaba de insistir que era un Santa creepy. Adam sostenía al recién llegado Lynch, por alguna razón seguía insistiendo en hadas, malditas hadas bonitas y mágicas.

Sale de su escondite, la risa típica de un Santa sale de su boca, reparte algunos regalos a las mujeres que hay cerca... todos parecen contentos, los adultos ríen... pero ¿los niños? Ellos están petrificados. El pequeño de los Lynch da un grito demasiado agudo para los oídos de Ronan, llora y se aferra a Adam. La segunda Lynch salta, temblando, y le avienta a Ronan un cojín, ese acto provocó que los demás niños salieran de su congelamiento y arremataran contra él.

—¡Esperen, esperen! Soy yo, soy el tío Ronan... —sacó el gorro y la barba falsa color blanca. —¿Acaso no conocen a Santa, salvajes?

—¿Por qué te disfrazaste de Santa, tío Ronan? —la miniatura de Gansey está perplejo, tratando de saber el porqué del ridículo que acaba de hacer el temido Ronan Lynch.

Ronan trata de ponerse de pie, pero el costal se enreda con sus piernas y se tambalea hasta el arbolito de navidad. Mierda. No se preocuparía tanto, sino fuera porque Adam y su hijo están del otro lado y les va a caer un árbol de navidad de casi dos metros de altura con esferas de cristal, luces y quién sabe cuanta mierda más. Adam protege a su hijo, abrazándolo y envolviéndolo con amor. Ronan trata de alcanzar el árbol, pero es Henry y Gansey quienes detienen la caída. Eso no detiene que algunas esferas caigan sobre la cabeza de Adam y se quiebren con el impacto (esas malditas esferas deberían ser de plástico, por todos los cielos tienen niños pequeños ¿cómo permitió aquella locura?), también la estrella está por caer, pero Ronan ya está protegiendo a Adam, también, abrazándolo y envolviéndolo con amor.

—Perdón, fui un idiota. —le susurra a Adam, aun abrazándolo. Gansey llega a decirles que ya no hay peligro, pero Ronan no se mueve. Poco a poco suelta el abrazo, sacude el cabello de Adam, los restos brillosos de la esfera aun adornan la cabeza del chico mago.

—Este Santa es muy idiota. —Adam trata de ahogar una risa, pero le es una tarea difícil por lo que explota en carcajadas, todos parecen seguirle la corriente. —Niños hay que ver los obsequios que nos trajo este papá Noel. —guiña hacia Ronan.

Su pequeño hijo aun llora cuando Ronan lo sostiene así que deja de intentarlo, no sin antes sacarse una foto.

—¿Qué tal si para el próximo año te pones alas? —provoca Adam. Los niños y todo el mundo están ocupado con los regalos, por lo que ellos, ahora, tienen un poco de intimidad en la cocina.

—¿Yo? No, mi Veneficus nobilis, Yo creo que esos salvajes necesitan conocer a la "hada de la navidad".

—¿Soñarás para mí un atuendo lo bastante tentador y provocativo o será aburrido como este traje rojo? —Adam desabrocha el último botón para que sus manos puedan entrar y tocar el abdomen de Ronan, —Es tan caliente aquí ¿podemos quedarnos así? —las manos de Adam avanzan hasta su espalda y concluyen con Adam cerca de él, en un abrazo nada más. Pero Ronan no puede conformarse con aquello.

—Oh, recordé una forma muy buena para calentarnos...


Fin. Se acaban los "una bevis".

Esto iba a ser un fic sad, pero psssss así están las cosas ._. perdonen por este fic, pero ya no lo pude abortar a tiempo :(

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora