Una Brevis

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—Ya que estás ahí, ¿puedes pasarme una lata de cerveza?

—¡Ronan!

—¿Qué, quieres algo?

—¡Ronan! —volvió a recriminar con un grito agudo.

—¿Qué quieres que haga Sargent? Nuestra Pulga siempre está dispuesto a ayudar.

—Santo cielo, a este paso estará dentro de la nevera.

—No lo hace. —Aseguró. La mirada de Noah se le clavaba en la nuca. —No cuando hace frío...

La idea de ponerle un banco a su primogénito fue idea de Noah en primer lugar, no sabe por qué ahora le daba miradas desaprobatorias.

Blue se hizo cargo del pequeño bribón asalta neveras.

—¿Qué tienes en la mano? —le preguntó al pequeño. Gansey había dejado su lugar como vigilante (estaba cuidado de la Pulga en todo ese tiempo).

—¿Qué es lo que agarraste? —Gansey los rodea, pero el inteligente bebé Lynch lo burla haciendo girar su cuerpo hacia el lado contrario, escondiendo y riéndose en el proceso. No contaba conque Blue estuviera con una mano libre para atraparlo.

—Suéltalo. —le pidió con amabilidad. Cuando no le hizo caso, Ronan volvió a sentir una acalorada mirada sobre su espalda.

Ronan dejó los champiñones en un tazón, mezcló junto con las especies para enharinarlos, poder lanzarlos al sartén y saltearlos.

No les hizo caso. Noah también se había acercado a ellos, o ellos se acercaron a Noah.

Al menos puede darles un punto a sus amigos por no venir directamente a Ronan que estaba a dos pasos del horno caliente.

Si querían ser padres y no solo "tíos" debían encargarse de algo sencillo.

—¿Cómo es que está pequeña manita pueda prensar de este modo?

—Noah, ten cuidado de no lastimarlo. —advirtió Blue. —Su piel es suavecita trata de no rasguñarlo.

—Será mejor que lo cargue yo, Blue ¿puedes intentar abrir su mano?

La pequeña Pulga parecía haberse estado divirtiendo, pero ahora estaba irritado como Ronan.

Preparaba la cena para poder sorprender a Adam, y obviamente no podía hacer algo si tenía a esa Pulga pegada a él, por lo que pidió ayuda. Primero a Gansey (que parecía más lógico invitarlo) con él llegó Blue, y finalmente Noah que estaba arreglando la segunda parte de la sorpresa para Adam. Matthew entretendría a Adam y Declan estaba olvidado en Washington donde no le provocara salpullido a Ronan. Todo parecía ir bien. Parecía ir bien.

—¡Se lo echó a la boca! —bramó Blue. —¿Cómo es posible que no hayas podido hacer algo? —las manos de Blue golpeaban el brazo de Noah.

—¡Eso duele!

—¡RONAN! —Gansey rodeó rápidamente la isla de la cocina para ponerse frente a Ronan teniendo de por medio la maldita isla. —¡RONAN, RONAN, RONAN!

Levantó la mira y la clavó en los ojos azules eléctricos de su hijo. Toda la imagen de Ronan reflejándose en ellos. Un cabello rizado azabache se escapaba del gorro con orejitas. Adam decía que la Pulga era una réplica de él, Ronan no podía refutar. Era incuestionable que era su hijo. Aunque ese azul intenso definitivamente era algo de Adam y esa mirada desafiante y llena de orgullo no era algo que Ronan soliera hacer.

Se miraron así durante un largo segundo.

Por fin, su hijo, cedió ante la autoridad de su padre. Ronan le envió un pequeño estirón de labios suficiente para que su hijo entendiera que había hecho bien.

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora