Capítulo 17.

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Ronan ve que los hombros de Adam se tensan

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Ronan ve que los hombros de Adam se tensan.

Antes, Ronan no era consciente de las partículas, feromonas o el color del aroma de los demás, pero ahora, como una habilidad descubierta, Ronan veía eso y más. Las feromonas de su padre eran azules, el mismo color de sus ojos. Estas feromonas en forma de partículas las distinguía cuando alguien las activaba. Por eso, ahora mismo, Niall Lynch intentaba doblegar a Adam. Pero él se mantenía de pie, firme.

—Gracias, señora Lynch, por cuidar a mi hijo. —recalcó la última palabra.

Su madre le dio a un Owen dormido y una pañalera. Adam quedó viendo raro el bolso.

—Un pequeño obsequio para Owen. —explicó a Adam. —Era de Matt, a él no le importa "donársela".

—Bueno, voy a dejarlo y luego vuelvo. —Ronan salió apresurado, llevándose a Adam sujetándolo del codo.

Dentro del auto, Ronan podía sentir la tensión, casi era palpable. Pero quería romper ese incomodo silencio.

—¿Qué hay en la pañalera?

La cabeza de Owen descansaba sobre el brazo de Adam, ¿era pesado para él cargarlo de esa manera?

Adam sale de sus pensamientos. ¿Por qué siempre parecía estar en su cabeza y no en el mundo real? Ronan volvió la mirada a la carretera.

—Muchas cosas, es pesada. —abrió el pequeño bolso abultado, apenas abrió el cierre y saltaron varias cosas. —Oh, no esperaba esta clase de sorpresa ¿cómo lo volveré a meter?

—Cuando salgas del auto, yo me ocupo de eso.

—Mira esto, un lobo de peluche. —Adam hace bailar al lobo.

—Oh, ese era de Matt. Cumplió seis cuando se lo regalé; ese chico parece todo un ángel, pero cuando le regalas algo que no le gusta parece un demonio. Lloró y lo tiró a la basura.

—¿También lloraste?

—¡Claro que sí! Pasé días pensando en qué regalarle, y semanas enteras vendiendo galletas en los scouts.

—Necesito una foto tuya vestido de scout.

—Creo que nunca la verás. Mucho cabello ondulado, nada de cabeza rapada, así que, no, me veo feo.

—Hablaré con tu madre, veré si puedo tomarle foto. Un Ronan bebé con cabello largo y ondulado, muero por verlo.

Santo cielo, Adam lo provocaba de manera incendiaria ¿lo hacía a propósito?

Ronan boqueó sin saber qué responder.

—A Owen le encantará, le encantan los animales salvajes.

—Le hubieras puesto Mowgli, en lugar de Owen.

—En su momento lo contemplé. Pero decidí Owen por dos cosas.

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora