Nativitatis III.

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Cuando Opal despertó (por algún ruido en la ventana), vio perfectamente en la oscuridad de la noche, Adam no estaba junto a ellas, Rory dormía junto a la pared así que coló una almohada en donde Opal estaba ocupando un espacio. Ella iba a averiguar dónde se había metido Adam. Salió con cuidado, pero la puerta hizo un chirrido irritante para Opal. Al asomar la cabeza vio que Adam estaba acurrucado encima de Ronan. Los brazos de Ronan lo sostenía como si el mundo entero no pudiera dañar a Adam. Opal regresó a su habitación, todo estaba bien.

En la mañana, Opal fue levantada por la abuela. —¿Quieres ver pollos? —había preguntado. —iremos por huevos, vamos, Rory también va. —Pero Opal no iba a deambular por ahí como si nada. Necesitaba el permiso de Adam o de Ronan.

—Opal, está bien, puedes ir. —había dicho Adam. Entonces, Opal, Rory y los abuelos salieron para atrapar huevos. Ronan y Adam fueron los únicos que quedaron en las caravanas.

Cuando Opal regresó, Gansey estaba con un auto que no era de Gansey, Opal podía relacionar a Gansey con su auto. Ahora no sabía quién era Gansey.

—Eh, Lynch. —Adam y Ronan voltearon a verlo. —Bueno, Ronan. —corrige Gansey, ambos Lynch limpiaban la nieve de la entrada. Comienza a reírse, aun pareciéndole gracioso que Adam voltera cuando Gansey pronunciaba Lynch. —Parece que no limpiaste tu parte. Todavía hay nieve resbalosa.

Opal abraza a Adam. —¿Nos vamos? —le pregunta.

—Nos vamos, recoge tus cosas de la habitación.

Opal corre, feliz de que vuelvan a casa.

—¿Te irás sin comer? —pregunta la madre de Adam.

Ronan endurece su rostro. Opal espera, lejos, pero espera.

—Descuida, pasaremos por algo en el camino.

El papá de Adam entra con la leña. —Opal, no olvides tu suéter. —Opal asiente y entra a la casa.

La discusión aun no empieza, Opal cree que es porque Gansey los acompaña. Opal sabe que Ronan y Adam van enojados porque cuando Ronan conduce, Adam siempre tiene una mano sobre Ronan. Ahora mismo no hay ni un rose, tampoco está Ronan mirando a Adam cuando detiene el auto en una luz roja. Y Adam no está jugueteando con la música. Y otras muchas cosas que hacen.

—¿Ya arreglaste las cosas con tus padres? —rompe el hielo, Gansey. Opal no lo culpa, él no sabe que para que Ronan y Adam vuelva a ser ellos mismos necesitan tiempo, necesitan gritarse y luego abrazarse, buscarse con desesperación y besarse. Es como un ritual de apareamiento que hacen algunas aves o insectos, Opal no recuerda que animal era exactamente, pero si lo vio en televisión es porque es real.

—Y una mierda. —reprocha Ronan.

—Hago el fuerzo, ya puedes notar quien es el terco.

—No soy terco. —sigue reprochando.

—Ronan, estaba de acuerdo contigo hace meses, pero ahora parecen que han cambiado... dales una oportunidad.

—Y una mierda. —repite.

—Déjalo, Gansey, no tiene caso hablarle a la pared. —Adam frota sus manos.

—¡Maldición, te dije que no te quitaras los guantes!

—No me acuerdo dónde los dejé.

—¿Cómo es que estos dos pueden seguir juntos? —Gansey está viendo a Opal, ella se encoje de hombros y habla en su mezcla latín/español.

Ya en Los Graneros, Opal sale del auto y corre hacia su hogar, hogar dulce hogar.

—Me dieron un suéter feo. —grita sin importarle quién lo escuche.

—¿Por qué alguien regalaría suéteres feos? —pregunta Matthew. Opal lo ignora, lo empuja para iniciar un juego, pero este niega. —Yo ya me voy.

—Me estoy muriendo de hambre, dime que hicieron algo de desayunar. —Ronan casi gruñendo ladrando, rugiendo.

—Hay jamón. —responde Declan. Opal salta de alegría.

—¡Si! ¡Jamón! Opal quiere jamón.

—Mierda. —Ronan tropieza con algún jugué y explota en cólera. —¡Maldición! ¡Opal, te he dicho cientos de veces que recojas esos malditos legos! ¿qué vas hacer si matas a alguien?

—¡Ronan! —interviene Adam. —Es sólo un juegue... no puede matar a nadie.

—No, Parrish, no es sólo un maldito juguete ¿Qué harás si Rory traga uno de esos? ¿Qué harás si te resbalas con uno de esos?

—Ronan... —intenta hablar Declan.

—No, lo que digas, ¡N O! lárgate ya.

—Lo siento, el día de hoy Ronan se levantó irritado del culo. —Adam cierra la puerta de la entrada. —Opal, levanta ese lego y ve a tu habitación. Por favor.

Ella se siente culpable así que hace lo que le pide Adam, además que él también está enojado.

—Parrish... en serio que... ¡tus malditos padres son el problema! —Opal no alcanza a llegar a las escaleras, ve que Adam le da una bofetada a Ronan.

—Ya basta.

Matthew y Declan intervienen rápidamente, ellos están en medio para que Adam no de otra bofetada a Ronan, o Ronan no le regrese la bofetada. Como sea, Opal ha llegado al lado de Adam, Rory no sabe qué pasa, pero abraza con mayor intensidad a Adam.

—Me voy.

—Sí, regresa a...

—Detente ahí antes de que digas algo de lo que te arrepentirás más tarde. —aconseja Declan.

Opal cree que se quedaran en Henrietta, pero Adam compra un boleto de autobús para Massachusetts. 

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora