Capítulo 7.

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¿Qué se necesitaba para calmar a un alfa? En tiempos antiguos era un misterio, pero para la edad moderna significaba dos cosas: su omega o pastillas tranquilizadoras, pero ¿y si no funcionaba? Encerrarlo en un calabozo funcionaba para ambas eras.

Ronan había perdido por completo su uso de razón, los sentidos se le multiplicaban cien veces, el aroma de Adam que jamás había sentido, podía incluso hasta verlo, casi palpable; Ronan sacudía la cabeza cada vez que el pensamiento se le cruzaba de seguir el aroma del omega, enterraba las garras en sus palmas ya sangrientas, aún más fuerte para ver si el dolor lo volvía a la normalidad, pero no. Ronan babeaba cada vez que recordaba el cuello de Adam, sus manos, sus labios, su cuerpo. Los incisivos le picaban por morder la delgada piel del omega, Ronan no podía con más dolor, su miembro estaba preso en sus pantalones pidiendo ser liberado en Adam. Ronan rugió, de frustración, de ira, de agonía. Sabía perfectamente que Adam no lo escucharía porque no estaban enlazados, que el aullido de dolor sólo era para liberar tención, pero, aun así, Ronan albergaba esperanza, falsa esperanza.

Lo último que recuerda es haber escuchado la voz de su madre, su padre llamándolo y Declan sujetándole los brazos, lo demás es oscuridad y ruido sordo.

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El estómago le reclama comida, su boca agua y su espalda una cama. Pestañea hasta poder enfocar algo de su alrededor, le pesan los ojos como si hubiese estado llorando, pero al fin puede abrir los ojos y ver que está... ¿en un maldito calabozo? ¿Qué mierda hizo Ronan para merecer un castigo tan medieval? Al tratar de levantarse nota algo peor, hay grilletes en sus muñecas y tobillos; el pánico se apodera de él.

—Cálmate, tuvimos que sedarte y, como ves, inmovilizarte.

—Declan... —su voz sale gruesa, gutural, le duele y tose hasta que Declan le deja un vaso de agua. Le ve con enfado ¿es mucha molestia entregarle el vaso de agua en la mano? Quisiera reclamarle, pero la garganta aun le raspa.

Tiene que arrastrarse un poco para lograr pararse, Declan salta de su posición descansada en el marco de la puerta la cual tiene sujetada como escudo. Ronan le sigue viendo con la más pura incredulidad de lo que estaba ocurriendo, ¿por qué Ronan no tuvo un perro en lugar de un hermano? Declan le observa con detenimiento e inseguridad, parece que ve reflejado en los ojos de Ronan su singular actuar.

—No me malinterpretes, hermano. —sale de detrás de la puerta, pero aun la sostiene con una mano, como si Ronan se le fuese a aventar y a Declan le quedara cerrar la puerta en su cara.

—Nunca lo hago.

—Te volviste como un perro rabioso, no, en algo peor.

Ronan no puede creer las palabras de su hermano. —¿Qué?

—Verás, por eso es importante ir a la escuela, tuviste tu primer "celo" de alfa.

—No como un alfa común y corriente. —interrumpe su padre. —Eres un excelente alfa dominante, ahora entiendo todo tu comportamiento.

Niall Lynch no entendía nada de Ronan, porque Ronan no entendía nada sobre sí mismo, así que nadie tenía el derecho de entenderlo.

—Y eso te enorgullece, ¿verdad, padre? —rechina los dientes, le alegra ver que su papá retrocede un paso.

Claro que se enorgullecía tener al potro más viril de la manada. Su padre iba a sacar ventaja de él lo más pronto posible, se convertiría en un Declan, y eso hizo que la piel se le erizara, Ronan le vio con furia.

—Sáquenme de este maldito calabozo. —una fuerza descomunal recorrió las venas de Ronan, le asustó así que él mismo tuvo que retroceder.

—No hasta que estés totalmente calmado, y no te asuste de tu propio "poder". —dice Declan. Al parecer el hermano mayor cumplió con su parte y se disponía a marcharse, pero Ronan no quería estar ahí con su padre. No escucharía el discurso de mierda que le daría.

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora