Magis obrepserit.

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Adam repara su auto una vez que llega a Los Graneros. Ronan sigue soñando en el porche, y Gansey se ve algo pálido cuando sale de su Camaro. Limpia sus manos en el trapo grasiento.

—Creí que te veríamos en el 300 de Fox Way. —Adam le sonríe y espera que Gansey no lo abrace porque realmente ha estado invirtiendo horas en su auto y seguramente apesta, Gansey se ve como si hubiera salido de la ducha, limpio y pulcro.

—Mejor he venido por ustedes.

—Aún no es la hora.

—Sí, Adam. Lo sé.

—¿Quieres hablar de algo? —hace una mueca para que avancen a la casa.

—¿Dónde está Ronan?

—Durmiendo.

—Ah, ¿qué trata de soñar?

—No lo sé. —llegan al porche, donde duerme Ronan.

—Eh, Gansey. —saluda éste. Adam entra y va por vasos de limonada.

Gansey no dice nada durante casi cinco minutos, ha bebido cinco vasos de limoná. —Voy a refrescarme.

—¡Y una mierda, Gansey! ¿Qué pitos te pasa? —explota Ronan. Adam quisiera haber aprovechado para ir a cambiarse, porque esa expresión de Gansey es como la vez que dijo "no hay ningún rey", estaba decepcionado y al mismo tiempo quería ir a buscar algo.

—No creí volverte a ver con overol, Parrish. —dice, Gansey fuerza una horrible sonrisita cálida.

—Un recuerdo de Boyd's. —más bien el uniforme completo, overol y camisa blanca. —Gansey si no hablas de lo que te ocurre... ¿cómo te ayudaremos?

—No me ocurre nada.

—Entonces quita esa cara de mierda. —Ronan está por levantarse, Gansey comienza.

—Casi termina el año, ustedes han hecho muchas cosas interesantes. Adam, estás por entrar al segundo año de tu carrera universitaria...

—De verdad que voy a reventarte. —Ronan comenta irritado y muy enfurecido. Adam se entromete entre ambos.

Gansey tiene una expresión que no puede leer. —Gans, vamos adentro, te prenderé la televisión y te quedarás quietecito en el sofá mientras Ronan y yo bajamos. —Ronan protesta, pero Adam lo convence con la mirada de subir a la habitación de Ronan. Adam hace todo lo que le dijo a Gansey y espera que no se vaya mientras sube el primer escalón.

—Pero ¡qué les pasa a ustedes! —reclama Ronan una vez que han entrado a la habitación.

—Dúchate primero. —empuja a Ronan al baño. —Te buscaré ropa, luego sé bueno y espera a que yo termine de ducharme. No bajes, Lynch, o estaré realmente enojado contigo.

Escucha el sonido de la regadera, Adam escoge pantalones, camiseta y calcetas para Ronan, casi olvida la ropa interior, pero por suerte puede recordarlo a tiempo antes de ver a Ronan saliendo envuelto en una toalla. Adam llega hasta él y le da un beso en la mejilla húmeda y fría.

Comienza a sacarse la camiseta blanca frente a la afilada mirada de Ronan, es algo que hace para relajarlo, o para molestarlo, pero en este caso es una recompensa. Baja el overol lentamente hasta que queda en calzoncillos.

Ronan y Adam encuentran a Gansey en el sofá.

—Vamos. Tu miseria acabará pronto si nos reunimos en la casa de las brujas.

Sueños, sin pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora