No intenta ir a Nino's él sólo o acompañado con K. (de hecho, no quiere acercársele más, quién sabe por qué), Ronan está en algún tipo de trance, lo que preocupa a sus padres.
—¿Te duele el estómago? —pregunta su madre como si fuera el Ronan de cinco años que se apretaba la barriga con las manos. —Puedo traerte un té. —insiste.
—Estoy bien.
—Tal vez pueda hacer tu comida favorita.
—Ronan, entiende a tu madre, ¿cuándo en tu vida has tomado un libro por tu cuenta? ¿cuándo has estado tanto tiempo en casa? —el padre de Ronan deja su laptop. — ¿Cuándo en tu vida de adolescente castroso has estado en la sala con nosotros? ¿Quieres decirnos algo? ¿Embarazaste a alguien?
—Por Dios, papá, ¡no! —cierra el libro.
—¿Mataste a alguien? —insiste su padre. Dios, Ronan no puede creer que actuar "normal" active la paranoia en sus padres. Ronan simplemente estaba tratando de poner en orden su cabeza, su corazón, y su maldito pene entre sus pantalones y no en sus manos pensando en Adam Parrish. Para eso tenía que leer algún libro (en latín antiguo), salir alimentar a las vacas, acostarse en el pasto al vivo sol como si fuera un animal de sangre fría.
Ronan responde con un soplido negando con la cabeza, saliendo de su casa. —Mi error, vuelvo a ser el mismo "castroso adolescente" de siempre.
—Pero no mataste a nadie, ¿verdad? —insiste su padre castroso.
—Tal vez algún día, no sabemos qué tan estúpida pueda ser la gente.
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Las cosas suceden en el momento justo. Ronan no sabe a dónde ir, ¿quién conduce sin rumbo alguno a las siete de la mañana? ¿Cree Ronan en las casualidades? ¿Creer en el destino? Absolutamente sí, esta sería su nueva religión. O tal vez Adam Parrish lo sea.
Una mujer le da varios dólares en la mano de Adam, claro que Ronan está más pendiente en las manos del omega que en otra cosa, por eso detiene su auto antes de provocar un accidente. El auto que parece juguete se marcha, Adam le ve.
—¿Tienes algún problema?
Ronan no sabe cómo interpretarlo, ¿está reclamándole, está pidiéndole una explicación, quiere que se desahogue?
—Puedes abrir el capo y lo revisaré. —en un parpadeo tiene al omega tocando su ventanilla, Ronan aprieta las manos al volante. Pisa el acelerador con los ojos apretados.
"¿Qué mierda Lynch?", piensa una y otra vez. Pudo haber lastimado a Adam, pudo haber chocado, pudo responder como cualquier persona normal, pero no. Des acelera y se mete a una gasolinera. Pierde el tiempo cinco minutos, luego pierde una hora en regresar a su casa.
Entonces ve a su madre con un joven de cabellos color arena polvosa, overol pálido con manchas de aceite y un pañuelo rojo en el bolsillo trasero. Volvió a apretar el volante, pero no volvió a escapar.
—Ronan, que bueno que estás aquí. Tu padre salió, no sé cómo decirle a este joven que vuelva más tarde.
Lo que su madre le intentaba decir es que se ocupara él del trabajador nuevo, porque ella no tenía idea de cómo funcionaban las cosas en El Granero, y que, además, no estaba en su corazón despedir al joven omega que había venido desde el otro extremo del pueblo en una bicicleta.
—Yo tampoco tengo idea. —sigue su camino hasta pisar las escalerillas de su casa.
—Oh, lo lamento mucho, está pasando por esta etapa tan difícil.