Gansey parecía estar consiente que una vez más forzaba a Adam, así que, con arrepentimiento reflejado en los ojos, disipó sus feromonas.
—Lo siento, es que... no quieres escucharme.
—¿Quieres disculparte? Si es así no tengo nada que perdonarte. Nunca lo voy hacer.
—Aunque no lo hagas, tengo que decírtelo. Lo siento, Adam... siento que ese día me haya descontrolado y te atacara de esa forma... hice mal, lo sé. Yo... desde ese día...
—No... —levanta su mano para callarlo. —No me importa cómo te sientes, porque yo soy el que peor... —¿por qué discutir eso?
—Lo sé... vine a buscarte para ofrecerte ayuda... tengo una cuenta de ahorros.
—¿Qué quieres?
—Ayudarte...
—Voltaire dice "hay algunos que sólo emplean palabras con el propósito de disfrazar sus pensamientos", así que, tienes una oportunidad más para decirme qué quieres, ¿en qué piensa tu cabeza alfa?
Gansey tiene una cara sorprendida, pero Adam no se iba a dejar engañar, no por esa cara que alguna vez pensó que era honesta. Lo ve boquear, tratando de sacar la verdad. Su característico brillo no está, hay bolsas debajo de sus ojos, tal vez se ve despeinado por haber conducido con las ventanas abajo, pero sigue viéndose diferente, el Gansey de hace un año no era el mismo que Adam veía ahora.
—Tengo problemas... DE...—bisbisó.
Estaba a punto de reclamarle que hablara más fuerte porque Adam había perdido la audición en un ido, pero, Gansey, estaba avergonzado, con la mirada en sus zapatos, con las orejas rojas.
Sacudió su cabeza, alejando esos pensamientos en donde pasaba todo el día observando a Gansey, sus ojos siempre siguiéndolo; cuando pensaba que Gansey era apuesto y le gustaba. ¿Cómo iba evitar no verlo? Todos hablaban de él como si fuera un político. Sus compañeros le seguían, le respetaban, lo saludaban como si de alguna celebridad se tratara.
Sabía perfectamente que alguien como Gansey nunca iba a notarlo, no estaba a su altura. Gansey era inalcanzable para alguien tan miserable como Adam. Por lo que, Adam, resignó su amor idealizado en platónico. Una visión del amor basado en la virtud, en lo que realmente era Gansey, ¿podía llegar a conocerlo con sólo mirarlo?
Durante el primer año observó con detenimiento a Gansey, al principio sólo miraba su físico... cuando se quitaba el saco del uniforme, la camisa blanca le quedaba tallada, remarcando sus músculos de los brazos, su espalda ancha... cuando bajaba su mirada hacia el pantalón y marcaba las curvas de sus glúteos, Adam se avergonzaba tanto que dejaba de ver a Gansey por días. Redimió su lado lascivo, (Adam no era esa clase de chico), vio que Gansey era diferente a los demás alfas, poniendo esfuerzo en lo que hacía, riéndose cuando cometía un error, pidiendo aprender cómo hacer las cosas, su esfuerzo, su determinación, esa actitud humilde ante los logros, su amabilidad, su inteligencia, todas esas cualidades cautivaron a Adam.