Coca-Cola fredda senza ghiaccio.
Por la mañana suceden eventos afortunados que conllevan a memorias inolvidables. Cuando Adam y Ronan (el nombre es uno de los eventos afortunados) se encuentran con Blue y...
—Gansey. —dice su amiga con una gran sonrisa en el rostro. —Le gusta que le digan así. —explica, un ligero tono rosa colorea sus mejillas.
Adam saluda y presenta, también, a su "pareja" ¿cómo llamarlo? ¿Novio de verano? Su soulmate, ¿tal vez?
—Él es Ronan.
—Lo sé. Lynch me conoce, somos amigos desde hace tiempo. —explica Gansey.
Toman lates y comen croissants por los cuales Adam está dispuesto a quedarse en Italia, eso y el incentivo de Ronan Lynch. Hablan durante mucho tiempo, hasta que el sol desciende y el cuerpo de Adam se vuelve perezoso, estira un poco sus brazos para alejar la pereza.
—Así que ustedes también han perdido a alguien. —después de un breve silencio, Gansey decide romperlo. No era un silencio incomodo, o uno tenso. Sólo era calma. Calma antes de la tormenta.
—Perdimos a seres queridos... —la voz risueña de Blue se apaga.
Adam tensa los hombros, el corazón le palpita con dolor, su mente le revela imágenes de Phersephone. Va a llorar si la charla sigue ese camino.
—Nosotros también perdimos a alguien. —sigue Ronan. Adam le ve espantado.
—¿Puedo preguntar a quién? —era entrometido, lo sabía, pero Adam quería conocer más a Ronan, no sólo su físico, también su alma, sus sentimientos.
—Era un buen amigo de nosotros. Noah.
Blue saltó de su silla. —Lo siento. —corrió al baño. Gansey fue tras ella, Adam no tuvo tiempo de reaccionar.
—Blue perdió a un familiar cercano. —es lo que pudo decir, el nudo estaba formándose en su garganta, algo triste que odiaba albergar.
—Olvidemos todo. Ven conmigo a Verona, tengo algo que enseñarte.
—No puedo dejarla sola, Ronan.
—Entonces vamos los cuatro.
Al día siguiente ambos estaban metidos en un Camaro color naranja chillante. Viajaron juntos hasta Verona (aproximadamente una hora), pero se separaron al llegar.
Ronan le entrega a Adam una hoja en blanco y un lapicero.
—Puedes pedir un consejo. —explica el chico cuervo. Adam lo llama así en secreto, más por su comportamiento y su vestimenta completamente negra.
—¿Por qué le pediría consejo a una adolescente que decidió suicidarse por amor?
—Porque hizo que su amante se suicidara por ella. Vamos. —incitó. —Es divertido.
—Ronan Lynch, el que le pide consejos a muertos. —escribe: ¿cómo enamorar a un chico mitad irlandés mitad ave de rapiña? No deja que su compañero lo vea. Entra la hoja y camina como si nunca hubiera estado allí.
El camino para buscar algo de comer no se hace largo ni tedioso y mucho menos cansado, Adam presta atención a la explicación de Ronan sobre el balcón de Julieta, no lo aparenta, pero Ronan es todo un romántico y amante de Shakespeare.
Llegan a la Piazza dei Signori. Adam queda encantado, maravillado con todo a su alrededor. No pierde de vista a Ronan (como a Blue) porque él lo espera, él no está impaciente por llegar a algún lugar, él no está escapando de nadie. Ambos se toman de la mano y caminan por las mágicas calles de la Piazza. Ronan le saca fotos y Adam es feliz. La noche cae sobre ellos, y Adam piensa que nunca debió visitar Italia, porque ahora su corazón siente que allí es adonde pertenece.
Blue le manda mensajes y fotos, él hace lo mismo, comparte todo con Ronan el cual ríe, hace bromas sobre Gansey, de vez en cuando sus manos se rosan y cuando nadie los ve, se besan.
Cuando amanece y Adam puede despegarse de los brazos de Ronan para tomar una ducha y cambiarse para una nueva aventura, observa que hay un pequeño candado negro encima de la cama (ahora vacía).
—Quiero llevarte a otro lugar. —anuncia Ronan desde el balcón.
—Llévame a donde quieras, pero júrame que estaré contigo.
Ronan sonríe tímidamente, acuna el rostro de Adam y le besa la nariz. —Lo juro.
—¿Con el corazón?
—Con el corazón, con el alma, con todo lo que es Ronan Lynch.
Adam se pone de puntitas porque Ronan es demasiado alto (sólo unos centímetros), le da un beso tierno en los labios y luego otro porque nunca es suficiente.
Hacen un viaje de cinto horas, tal vez más porque Ronan no pierde la oportunidad de llevar a Adam a un sitio interesante, a decirle "has una foto aquí" y a dedicarle tanto tiempo a Adam observando embelesado cada pared de Italia.
—El Ponte Milvio. Sé que lo conoces, por todas esas películas de amor clichés. —a Ronan se le ilumina el rostro.
—Como en dos o tres películas. —dice con sarcasmo, Adam saca su candadito de su bolsillo. —¿Sabes que me tendré que ir?
—También sé que regresarás.
—¿Tan seguro estás? —Adam juega con el candado entre sus dedos. Ronan lo atrae para abrazarlo y susurrarle:
—Estoy seguro. —su aliento cálido sobre su piel le provoca destellos, electricidad. Adam quiere volver al hotel.
—Juraremos amor eterno, no te podrás deshacer de mí nunca.
—Eso espero.
—Ronan ¿qué es esto tan fuerte que nos une?
—No lo entiendas, sólo disfrútalo, Parrish.
Adam hace caso al consejo despreocupado de Ronan, ignora totalmente los gritos de lógica que su cerebro le lanza. En un parpadeo están colocando el candando y tirando la llave al río, al siguiente, Adam disfruta de Ronan.
Diez años después:
—Entonces ¿de esta forma dices que se les ocurrió ponerme Julieth?
—Es la versión resumida. —Ronan prepara a su hijo menor para poder salir los cuatro juntos.
—Sí, agradezco el gesto. Pero yo sólo pregunté por qué pops conserva un suéter de propaganda de Coca-Cola. Y en tu historia no lo mencionas.
—Omití esa parte porque es contenido más dieciocho.
—¡Mentiroso! Literalmente me acabas de contar cómo, en dónde y cuándo fui concebida. Eso dejará traumas.
—Deja de hablar y busca tu mochila ¡Adam si no estás listo me voy sin ti!
—Oh, no podrías hacer eso.
—¿Por qué papá te ama?
—Porque tengo las llaves del BMW, cariño. —Adam peina los cabellos rebeldes de su hija, ese cabello azabache rizado parece tener vida propia.
Ya en el restaurante, la hija de Ronan y Adam encuentra a sus compinches. Saluda con entusiasmo a Gansey y Blue.
—¿Qué pedirás de tomar? —le pregunta la joven morena de ojos azules. La gemela de esta lo observa con detenimiento.
—Una Coca-Cola fría sin hielos. —sonríe a su padre que lo ve cómplice de una travesura.
—¿De qué estuvieron hablando ustedes dos? —interrumpe Adam. Ronan se encoge de hombros.
—De un viaje a la toscana. —contesta sin preocupación.
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y así termina el especial de San Valentín (?)
¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!
Gracias por leer mis cosas raras :v los quiero <3