♡Capítulo 65♡

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-¿Qué... Qué haces?- dijo confusa Madison al sentir sobre su pequeño cuerpo el musculoso cuerpo de Robinson.

-Cobro mi recompensa- murmuró este mientras se acercaba a su cuello y absorbía ese dulce aroma a frutilla que desprendía la colonia de la rubia que le había robado el corazón.
Madi río al oírlo y en un movimiento rápido hizo que el quedara bajo su pequeño cuerpo y se sentó en su abdomen -Tendria que ser yo quien te la de... No tú el que la cobres...- sonrío de lado.
Se levantó de aquella cama dejando a un Erick totalmente confuso.

-¡Pense que tendríamos sexo!- hizo berrinche.

-¡Qué cosas sucias las que piensas!- le regaño -Tu recompensa será mejor que el sexo- le guiño y camino hasta un cajón, saco algunos sobres y luego camino al baño, volvió con agua tibia y algunos paños -¡Hoy será noche de chicas!- dijo muy alegre y le mostró varias mascarillas.

Erick la observo confuso y suspiro -Bien... Noche de chicas- dijo frustrado.
Pero a Madi le hacia feliz eso, así que el también estaría feliz.

-Sabes... Hoy hiciste un gran trabajo... Limpiaste el departamento... Luego de ponerte la mascarilla te haré un masaje en forma de agradecimiento- dijo mientras le aplicaba en el rostro paños remojados en agua tibia para abrir sus poros, saco una mascarilla que le había enviado Ana desde Corea del Sur y que prometía una piel de porcelana. Erick tenía una piel muy linda, era suave y no tenia rastro de ninguna imperfección... Era lo que toda chica sueña -¿Cómo es que tienes una piel tan bien cuidada? Parece nalguita de bebé- río leve.

-¿Nalguita de bebé?- dijo riendo -Mm no es la primera vez que estoy en una noche chicas - murmuro mientras disfrutaba de las suaves caricias de Madison mientras colocaba la mascarilla -En mi familia hay cuatro chicas... En el pasado mamá y Esmaralda solían hacerce tratamientos faciales en casa, así que papá y yo las acompañamos... Era normal para nosotros... Cuando nacieron las gemelas ella también participaban... Claro solo les hacían el periquiur por que eran muy chicas para usar cualquiera de esos tratamientos... - sonrio mientras recordaba esas largas noches de charlas y de diversión con su familia. -Mamá siempre dijo que el hecho que fuese hombre no significaba que debíamos descuidarnos... Tanto hombres o mujeres merecemos ser mimados y consentidos...

-Ya veo...- sonrio al oírlo y luego de colocarle la mascarilla comenzó hacerle el un pequeño masaje en los hombros.
Observo a Erick y no podía imaginar una vida sin el, no cualquier chico te acompaña a una noche de chicos...
Y si tienes uno así valoralo...

Más tarde Erick le colocó una mascarilla a Madison y le pintó las uñas, hizo su mejor esfuerzo. Ambos se aplicaron uno al otro crema en los pies y se arreglaron las uñas de los pies, Madison también recibió un pequeño masaje por parte de Erick.
El cuerpo de Madison era tan pequeño... Parecía tan frágil y tan sexi... Erick no podía evitar sentirse estremecido mientras movía sus manos por su espalda y hombros. Su cuello blanco como la nieve le hacía querer besarle con muchas fuerza e intensidad...

-No puedo aguantar más- murmuró y le quitó la mascarilla, se quito la que él andaba puesta y se acercó a sus labios, comenzó a besarnos con mucho deseo, a lo cual Madison no se negó y en poco tiempo ambos estaban sumergidos en un mundo donde solo existía el otro, en un lugar donde sólo los besos, las caricias y las sensaciones eran testigos del enorme amor que ambos sentían.
Era una danza entre ambos corazones, roces que podían hacerlos llegar al cielo sin siquiera salir de la cama. Gemidos que solo comunicaba lujuria y deseo.
Sus ojos avellana brillaban como nunca, su fugaz mirada atravesaba su cuerpo y encantaba a su corazón, era como si ambas almas se conectaran y se dieran un enorme abrazo del que jamás quisieran acabar...

-Te amo tanto... Más que a nada- murmuró entre jadeos roncos aquel chico que acariciaba las flamantes curvas de la joven de ojos azules.
Esa mujer que era la única que lo podía hacer sentir de esa manera...

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora