♡Capítulo 1♡

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Era simplemente hermoso, su cabello el cual era un poco rubio lo hacía verse genial y con esos ojazos azules parecía príncipe.

Su sonrisa era... hermosa, sus oyuelos bien marcados le hacían recordar a Erick, sus gestos y sus rabietas eran idénticas a las de él, el físico era completamente como Madison pero su genio completamente como aquel hombre que aparentemente lo había engendrado.

"Madison deja de pensar en que se parece a Erick, recuerda que no es su hijo"

Se dijo a sí misma mientras sacudía la cabeza.

-Todo debe ser fenomenal, payaso, castillo inflable y muchos pero muchos globos- añadió Amanda quien escribía en una libreta

-Mamá aún falta un mes para su cumpleaños... Además ¿no crees que demasiado extravagante para su primer cumpleaños, él nisiquiera la disfrutará? - añadió Madison no muy convencida de lo que hablaba su madre.

11 meses habían pasado desde que Mateo había nacido y toda la familia estaba impaciente por su primera fiesta de cumpleaños.

-Nada de eso Madison, es la fiesta de mi primer nieto así que debe ser a lo grande - añadió Amanda mientas le hacía una cara graciosa a Mateo quien jugaba en la alfombra con su pequeño oso

-Le encanta el oso- añadió Diana quien jugaba con él-¿Donde lo compraste Madison?-Preguntó

-Am.. Fue un regalo- medio sonrío al recordar de quien era regalo el oso.

A Mateo simplemente le encantaba, dormía con el oso, comía con el oso y jugaba con el oso, siempre lloraba cuando la sirvientas lo lavaban ya que no le gustaba despegarse del oso. Madison había intentado comprarle otro para que no llorase mientras lo lavaban pero no resultó, simplemente no había oso que lo remplazará.

-Madison... Recuerda que debes ir a la universidad este año que viene - añadió Diego quien leía un libro en la sala

-Lo se... Pero no quiero dejar a Mateo, aún es un bebé - añadió viendo al pequeño.

-Todos ayudaremos a cuidar de él Madie- añadió mientras veían como Mateo gateaba hasta él y este lo alzaba -Uff estas pesado- rió leve

-¡Agu! ¡Dego!- añadió en grito

Madie sonrío, ya que Mateo podía decir Dego, que era como llamaba a su padre y "mamá" era lo único que sabía decir así que le hacía feliz que lo dijese.
Sus hermanas se esforzaban por que dijiese Renata y Diana pero no lo lograban, Amada estaba muy celosa por que había dicho Diego antes que Amanda ya que a ella le Llamaba "Ma" y a Madison le llamaba "Mamá"
A Diana solo le decía "Agu" y a Renata "Ta".

Esa era la manera de diferenciarlos a todos, era gracioso ya que cuando aprendió a decir "Dego" Diego casi hace fiesta por eso, aún que Mateo no es su hijo lo quiere como a ese hijo que nunca tuvo y realmente se la pasa con él todo el tiempo, hasta deja de ir a trabajar por una semana por tal de pasar tiempo junto a él.

-Madi, Mateo es lo suficiente grande para tener una niñera, verdad que si gordito - dijo Diego a Mateo

-No le digas así- rio Madison y suspiró -Lo se, se que debo ir el próximo bimestre a la universidad... Pero...

-Pero nada Madison, debes ir - añadió Amanda -Además, pronto habrá un invitado especial en esta casa, en dos semanas vendrá, todas se deben comportar- dijo Amada

Madison y Diana asíntieron aún que no sabían de qué invitado hablaban Amanda, de seguro solo era alguna amiga del club que venía a cenar o algo por el estilo.

La tarde era linda así que Madison decidió salir un rato junto a Michel, quien estaba de vacaciones de la Universidad.

-¿Como es la universidad de Nueva York?- preguntó Madison mientras caminaba empujando la carriola de Mateo.

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora