♡Capítulo 61♡

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Los días pasaban y tanto Madison como Erick le habían contado todo la verdad sobre las pruebas de ADN a sus familias.
Agata no mostró asombro al oírlo, pues desde que había visto por primera vez a Matteo había sentido algo especial por él.
No le importaba si era su nieto verdadero o no, ella lo amaba mucho.
Los Miller si mostraron asombro al oír todo, pues durante todo este tiempo habían pensado que Matteo era hijo de otro hombre, se mostraban escépticos a lo que Madi les mencionaba, hasta que fue Erick quien les mostró los documentos.
Luego les mostro la denuncia y Diego estaba fielmente decidido a ayudarles.

-Esa mujer debe pagar lo que ha hecho... - indico Diego firmemente.

-Asi es, a hecho muy mal al actuar así, ahora deberás pagar sus actos- indico Amanda.

-Se que todo saldrá bien... Papá tiene buenos abogados - indicó Diana dedicándoles una sonrisa.

-Asi es... Y así este pequeño por fin va a poder estar con sus dos padres- añadio Renata, quien sostenía en sus brazos a Matteo.

Luego de aquella charla, Amanda había invitado a los chicos a quedarse para la merienda de la tarde, estos habían accedido y disfrutaban de una caminata por el jardín de los Miller, el cual no era tan extenso, pero si que era muy colorido y fresco.

-Pense que tu padre me golpearía o algo así, al verme entrar por esa puerta- indicó Erick mientras sostenía la mano de Madi y con la otra arrancaba una pequeña petunia y se la daba a Madi -Una flor... Para la dama más hermosa del planeta.

-Papá jamás te golpearía- añdio divertida Madi, pero la realidad era que ella había hablado con Diego antes de llegar a aquella casa. En sus adentros temia que lo golpeara o le dijese cosas feas. -Gracias mi lord... Es usted un encanto- indicó Madi haciendo una pequeña reverencia, como en aquella películas del siglo pasado.

Erick río e imitó su acto -Es un halago recibir tal cortesía de usted - levantó su mano y depósito un pequeño beso en esta.
Ambos se echaron a reír por lo fabulosos actores que eran.

-Te amo - indicó Erick y dejó un pequeño y juguetón beso en el cuello de Madi.
Esto hizo erizar a aquella joven y ruborizarse un poco -Nos podrían ver mis padres...

-Madi tenemos un hijo... Un pequeño beso no molestaría a nadie - río Erick y continuaron su pequeño paseo por aquel jardín.

Más no contaban que por una ventana del segundo piso, Diego los observaba desde hacía mucho -No tiene ningún respeto por mi hija - indicó en enfado.

Amanda río y lo abrazo por la espalda -Es solo un pequeño beso en el cuello amor... Recuerdo que tu eras mucho más atrevido de joven - indicó mientras respiraba su impecable perfume que la hacía enamorarse más y más de él.

Diego se dio la vuelva y la observo, los años no le hacían efecto a aquella mujer, era igual de hermosa que en su juventud.
Sonrio ampliamente -Tú eras la que hacía pecar - río leve, beso su frente -Te amo Amanda... Eres la mejor amiga, esposa y compañera... Si existiera otra vida, te elegiría una y otra vez...

-Cariño... Yo también te amo y mucho... Y claro que te elegiría entre un millón más- sonrio y beso levemente en los labios a aquel hombre rígido por fuera, pero tímido por dentro.

Diego aceptó completamente aquel beso cálido y sonrio -¿Crees que Madi será feliz con ese chico?

-Ese chico tiene nombre... -indico mientras acomodaba el cuello de su camisa -Madi es mayor mi cielo... Creo que sabe muy bien tomar sus decisiones, aún que es la menor de nuestras hijas, se que te duele dejarla ir... Debes aceptar que es momento de que ella formalice su propia familia... Además aún tenemos a Diana y a Renata... Creo que ellas se quedarán con nosotros un par de años más... Y cuando ellas ya no estén a nuestro lado, vamos a poder disfrutar de una vida armoniosa... Viajando por los lugares más hermoso del planeta- añadido mientras imaginaba de todos aquellos lugares que deseaba visitar.

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora