♡Capítulo 58♡

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Madi se levantó y fue a abrir la puerta, Erick entró junto a Mateo.
Al ver al muchacho se borró de inmediato la sonrisa de Diego, Madison pudo notar la tencion y tomo a Mateo, pido a Erick esperarla afuera, no quería causarle un disgusto a Diego, eso podría causarle daños a su salud.

-¡Dego!- grito Matteo y estiro sus bracitos en si dirección, el pequeño realmente lo extrañaba. Madi sonrio y lo encaminó a Diego, lo puso en su regazo y este lo abrazo.

-Campeón...- murmuró y una lagrima se pudo ver caer por su mejilla, la cual limpió rápidamente -Te extrañe tanto rubio...

-Agu- balbuceo Mateo totalmente feliz de poder volver a ver a su abuelito.

Madi los observo y sonrio. Era más que notable que ambos se querían mucho...

-Madison... - observo a su hija -Se que el abogado te a dicho que Mateo es la causa del por que te dejo la empresa, pero no es así...

-Papá ya te dije... no es necesario hablar de eso...

-Madi... Lo es... Créeme, si lo dices por mi salud, no te preocupes, me siento mejor que nunca... Y con este pequeño aquí, no me podré enfermar nunca más. El día que me desmaye, iba a revelar toda la verdad sobre Matteo, habían muchos rumores sobre mi hija, no iba a permitir que una de mis hijas fuese criticada, así que lo iba a revelar todo, hablar sobre que la empresa sería tuya... No es de Matteo, es tuya, seguramente el a bogado no lo leyó, pues we supondría que tu solo lo sabrías hasta un par de meses después de muerte.
La empresa en un principio había sido planeada para Renata, ella es la única que entre las tres esta mejor preparada... Todo el papeleo estaba listo... Claro tú y Diana también resivirian acciones. Pero las cosas cambiaron cuando diste a luz... No fue solo por que Matteo es un varón... Si no por que quería asegurar tu futuro y el de él. Eres una madre soltera hija, debía dejar asegurada tu vida y la de mi nieto, Diana y Renata podrían crear sus propios destinos a su gusto... Pero tú... Debías luchar no solo por ti, si no también por tu hijo, todo esto lo hice a espaldas de tu madre, sabia que nada de estable gustaría, ella siempre estuvo del lado de Renata-

-Papá yo no necesito comodidades para ser feliz, ni una empresa... Solo necesito a Matteo para ser feliz y claro... Ahora también a Erick- Sonrio

-Robinson... Ese chico nuevamente... ¿Acaso olvidaste lo que hizo? Madi ¿Creés que e olvidado cuando llorabas todas las noches? Verte llorar por ese chico me rompía el corazón hija... Mis hijas jamás deberían llorar por un hombre... Tu eres mi hija menor y no quiero volver a verte así por el mismo idiota. Por eso cuando llegaste aquel día por la mañana, vi desde la ventana de mi cuarto como te bajabas del auto de ese patán, sabia que volverías a caer en sus juegos, me sentí ganas enfadado que te grité de esa manera... Ordene a tu madre cortar todo contacto contigo, pero se que hice mal... Solo te alejé más y más...

-Papá me llamaste puta...- esos recuerdos vinieron a su mente y le dolía mucho, de inmediato sus ojos se llenaron de lágrimas - Te amo porque eres mi padre, pero eso no te da el derecho de llamarme asi, por esa razón decidí irme con mi hijo, no quiero que mi hijo crezca con alguien que llama puta a su madre... Me obligaste a casarme con Erick, ¿acaso no veías lo mal que lo pasaba? Claro... si nisiquiera me llamabas... Solo empezaste a contactarme cuando te enteraste que era un niño al que esperaba.

Un enorme suspiro se pudo oír por parte de Diego -Madi... Lo siento por llamarte así... Querías alejarme de Mateo, es como mi hijo. Lo amo mucho Madi, no soportaba la idea de tenerlo lejos. No eres una puta, jamás lo serías, solo tebllame así porque digo cosas sin sentido cuando me enfado. Te obligue a casarte por que sabia que ese niño debía crecer con su padre, nunca imagine que las cosas terminarían de tal forma... Más que enfadado, estaba decepcionado de ti. Eras mi pequeña bióloga Madison... Tenias buenas notas, tenías un enorme futuro por adelante... Quedar embarazada a los 18 no es ningún logro, no me lo esperaba de ninguna de mis hijas y menos de ti...Mi pequeña. Créeme llegar a la casa de mis más grandes enemigos no fue fácil, tener que hablarles de frente a frente no fue sencillo. Pero lo hice por ti, Fernando me prometió que cuidaría de ti, Agata no dijo nada, sabía que no le gustaba la idea que su hijito había cometido un error. Cuando me entere que tendrías un varón, no te niego que me sentí muy feliz, alguien de mi sangre... Ver al pequeño crecer me hizo feliz, pero verte llorar por las noches me hizo muy infeliz, no comía y estabas muy deprimida. Se que es mi culpa, si nunca te hubiese mandado con los Robinson nunca hubiese pasado todo lo que tuviste que afrontar. - tomo una de sus delgadas manos y las observo por un momento, un viejo recuerdo vino a su mente, no se había dado cuenta en que momento su pequeña bebe había crecido y se había convertido en toda una mujer... Sus manos no eran más aquellas suaves y pequeñas manitas que alguna vez habían tocado su palma, ahora eran manos grandes y sus uñas tenían esmalte de chica grande -Perdon...Perdon por todo lo que te hice pasar, se que no merezco tu perdón, ni el de tus hermanas, siempre las comparé con un estupido varón, soy el peor padre del mundo y se que nunca merecía tener hijas como ustedes, se merecen el cielo y más...Soy un patán, lo muy bien pero por favor perdóname Wesley... Eres mi pequeña- depósito un beso en su mano y una lagrima de arrepentimiento se deslizó por su mejilla.

Madi no podía creer que estaba escuchando todo eso de los labios de Diego, era tan irreal... Nunca imagino que su padre, el hombre más duro y regio, que conocía hiciese tal cosa. Pedir perdón y más llorar mientras lo hacía.
Madi nunca lo había odiado, no podía... Sin esperar más lo abrazo por el cuello tan y como cuando era pequeña y beso su mejilla -Te amo papá y no tienes porque pedir perdón... Lo sabes bien - murmuro entre sollozos.

-Te amo hija, amo a tus hermanas... Las amo a todas- murmuro Diego y la abrazo de igual forma.

Por primera vez en su vida había sentido el amor paternal.
Era cálido, un amor que te refugiaba y te brindaba seguridad. Te hace sentir la niña más especial del mundo, aún así seas toda una adulta y no creas en cuentos de hadas.
Un padre es aquel que muchas veces que apoya en silencio, que muchas veces no te dice te amo, ni te quiero, no por que no quiera, si no por que no pueden, no encuentran la forma de mostrar su afecto.
Los padres no vienen con un manual de como actuar y los hijos no venimos con un manual de como entender a nuestros padres, muchas veces vienen en otro idioma, no entienden que somos jóvenes y queremos divertirnos....
Sin embargo saben cuando andamos mal y por más que lo ocultemos, buscan la manera de contentarnos, ya sea con un abrazo, con su sola presencia o con un listón azul con un número uno...
Por más errores que cometamos, siempre nos amarán y por más estrictos o cerrados que sean, siempre los amaremos.
Pues su manos nos acompañaron desde pequeños y es nuestro deber acompañarlos tomados de la mano en su vejez.
Por más grande que estemos, para ellos siempre seremos sus niños a los cuales aman y están dispuestos a proteger con su vida si es necesario...

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora