♡Capítulo 24♡

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Luego de convencer a sus hermanas ayudarle a limpiar el apartamento por fin se encontraban camino a el.

-Solo llegamos de visita y nos usas como mucamas - se quejó Diana quien iba en la parte trasera del auto de Renata.

-Yo solo voy, porque no quiero que mi hermanita viva en un lugar con mal gusto... Debo darle clase al lugar- indico Renata sonriendo.

Era como si pensara en derrumbar el edificio y construir un lugar lleno de clase como a los que ella iba constantemente.

Al llegar al lugar sacaron los artículos de limpieza del auto y fueron al ascensor, Madi marco el piso donde estaba el apartamento y luego salieron.

-Este es... departamento 28 - indico Madi y entraron.

-No está tan sucio - indico Diana

-El lugar definitivamente tiene que tener un toque femenino...- dijo Renata.

-Bueno yo me encargaré de la cocina, Diana tu te encargas de las habitaciones y Renata tu del baño...

Las tres hermanas Miller comenzaron a limpiar y al cabo de unas horas ya habíamos terminado casi todo.

Solo faltaba el cuarto de lavado y en ese era donde dormiría Mateo así que las tres de esforzaron por dejarlo lo más limpio posible.

Desinfectaron el sofá y quitaron más fundas viejas.

-Es tarde... deberían de irse- dijo Madi viendo la hora.

-Tranquila, luego de que te fuiste Papá se fue de viaje de negocios y Mamá fue tras el luego de que hoy en la mañana le dijesen que también necesita en su firma, pues son proyectos de su herencia dejada por los abuelos antiguamente- explicó Renata

-Ya veo... Si quieren podemos comprar comida e ir a comer en la casa de los Black... Extraño a Mateo- indicó Madi, pues Mateo se había quedado al cuidado de Gloria y ella no quería que el bebé la distraerá de su trabajo.

-Mateo estará bien... Tranquila, ya he llamado al chófer y el traerá algunas cosas a este lugar... solo para hacerlo un poco acogedor- indicó Diana.

-¿Que cosas?- pregunto Madi

-Ya verás- sonrió Renata.

En menos de una hora Charlie llegó con múltiples cajas al departamento, las cuales Madi nunca pensó que terminarían.

Luego ese día tan cansado, Madi simplemente ceno y se fue a dormir con su pequeño.

Su cuerpo estaba adolorido, pues seis hora limpiando no habían sido fáciles.

El siguiente día era lunes pero Madison no asistió a la universidad, en la mañana fue con el señor Black a ayudarle en su tiendita, ya que sentía que de esa forma le devolvía un poco de su generosidad.

A la hora de almuerzo sus hermanas le llamaron que llegarían por la tarde para seguir ayudándola a ordenar el apartamento.

Gloria se quedó cuidando a Mateo mientras ella iba a terminar de arreglar el lugar donde vivirían.

-A este paso muy pronto podre vivir aquí- murmuró al llegar al departamento u ver a sus hermanas esperando afuera.

Entre las cajas llegadas un día antes lo que más le sorprendió fue los aparatos electrónicos que en estas se encontraban, una televisión, una pequeña mesa armable de madera, un espejo por piezas color blanco el cual iría en su habitación, un guarda ropa pequeño el cual armo Charlie junto a un guardaespaldas, cortinas rosas, una mesa más grande para el comedor y hasta varias macetas las cuales Renata se encargó de colocarlas específicamente en los lugares adecuados.

-Solo falta tú cama y la cuna de Mateo, Charlie ve y compra...

-Renata no es necesario- indicó Madi

-Madison... Mamá nos dejo una tarjeta de crédito debemos aprovecharla...

-Renata... Ya tengo la cuna de Mateo y déjame comprar mi propia cama si...

-Charlie, ve y compra una cama muy cómoda, además un escribirlo, una lámpara de noche y traelos aquí mañana por la tarde.

-Renata...

-Shh!! Dejame encargarme de amueblar tu casa, no es como si fuera a pagar la renta... Aúnque...

-¡Aunque nada! Aprecio mucho tu ayuda pero quiero demostrarle a mi padre que puedo vivir sola, debo hacerlo Renata...

-Renata creo que es suficiente por ahora - susurro Diana y esta sonrio.

-Siempre te apoyaremos hermanita... Charlie te a traído tus libros... Mañana debes ir a la universidad... Promete que irás...

-lo prometo- indicó Madi, mientras cruzaba los dedos tras su espalda, pues si promesa hacia Renata había sido falsa.

Al siguiente día Madison se ducho y se vistió, dijo al señor Black si hacía el favor de llevarle la cuna y el coche de bebé a su nuevo departamento y este sin negarse fue.

-Creo que ahí está bien - sonrío Madi al ver la cuna en lo que sería el cuarto de Mateo.

-Vaya que amueblaste muy bien tu departamento en tan solo unos días- indicó el señor Black al ver los aparatos domésticos de la cocina.

-En realidad yo no quería nada de esto, todo fue idea de mis hermanas... Pero su le gusta algo de lo regalo- sonrío Madi.

-No,no... No quiero quitarte algo que te pertenece Madi, tu solo disfruta y cuida de las cosas que te obsequian ya que nunca sabes cuando podrían ser útiles para otra persona, tal y como lo fue el coche de bebé que ahora es de Mateo - sonrió.

-Muchas gracias... Enserio no se que habría hecho sin su ayuda...

-Sabes que eres parte de nuestra familia niña...

-Puedo... ¿Puedo darle un abrazo?- preguntó avergonzada

-No tienes que pedirlo hija- sonrió y la abrazo.

Ese abrazo lleno de cariño, era lo que necesitaba ella, aún que lo era su padre, ese abrazo se sentía tan bien, tan cálido y acogedor, por un segundo... sólo por un segundo sonrio al pensar que era un abrazo dado por su verdadero padre.

Madi realmente había tenido una lección, muchas veces la familia se convierte en desconocidos y las desconocidos se vuelven parte de tu familia. El que tiene mucho da poco y el que tiene poco da todo sin importarle nada...

El señor Black y su padre eran hombres, pero eso no los convertía en iguales, uno era pobre pero con una alma unica en amor y generosidad, el otro era adinerado pero con una alma vacía y llena de soledad...

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora