♡Capítulo 21♡

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A la mañana siguiente el conserje de la univercidad maldecia en murmuró y que lo había hecho llegar en sábado por una junta de personal de limpieza.

-Pff ¡si claro! Llamen a todos los de limpieza y dejen al viejo Bruno a cargo de los sumimistros del gimnasio. ¡Como si no me esforzara en trapear los suelos de lunes a viernes- se quejo mientras buscaba la llave de la bodega -¡Encima tendré que urgear entre todo esas cosas, la bodega de seguro es un desas...- Sus ojos quedaron asombrados al ver que todo estaba perfectamente ordendo en aquellos estantes que antes ni se podían ver.

Mientras caminaba en busca de las colchonetas se sorprendió a un más al ver una pareja de jóvenes sobre estas.

-Estos niños de ahora- nego -¡LEVANTESE!
El grito de aquél empleado hizo despertar a Madison y a Erick.

-¿Que pasa?- murmuró Erick adormitado

-¡Eso es lo que me pregunto yo! ¿Que están haciendo ustedes dos aquí? - se cruzo de brazos mientras esperaba respuesta.

- Hace varios días fuimos castigados por una maestra y el castigo fue limpiar la bodega- explicó Madison mientras observaba aquel hombre de una edad bastante mayor.

-Ayer mientras terminabamos de limpiar la puerta se atoro y no pudimos salir- concluyó Erick

El hombre los observo por un segundo y agregó -Les creere solo por que me ahorraron mucho tiempo al ordenar las colchonetas y no diré nada ya que como ambos son jóvenes y llenos de energía, estoy seguro que no les costará nada llevar todas las colchonetas al gimnasio- Sonrio y camino a la salida -Ahh y aganlo rápido si no quieren que para el lunes sean la mayor noticia periódico estuiantil- diciendo tal cosa se marchó.

Madison y Erick se observaron entre si y se encogieron de hombros, al precer y sin darse cuenta el conserje se había aprovechado de ambos en menos de un minuto.

-Bueno señorita Miller... Será mejor empezemos si no quieres verte envuelta en un escandalo universitario- rio divertido Erick.

-Pff ese hombre es de lo peor- volcó los ojos y se levantó.

Ambos llevaron varias colchonetas al gimnasio y algunos balones extras.

-Creo que es todo ¿no?- Dijo Erick al consejer quien estuvo todo el tiempo vigilandolos desde una de las gradas mientras fumaba un cigarrillo.

-Si, si... Ahora váyanse, que quiero tomar una siesta antes de ir a comer- indico mientras se acostaba a lo largo de grada.

Ambos salieron de la univercidad y Erick se ofreció a llevar a Madi, esta un poco dudosa acepto solo con la condición que la dejase una cuadra antes, ya que si su padre la veia llegar en un auto seguramente tendría un motivó más para reprocharle sobre errores del pasado que no queria recordar.

-Am... Sobre lo de anoche yo...

-No hay nada de que hablar Erick... Solo fue por impulso, no es que sintamos nada por el otro... Ya sabes tu y yo... en el pasado-

Aunque Ella sentía infinidad de cosas por él, Erick seguramente solo la beso por impulso, ese beso no significaba nada.
Y su silencio lo aclaraba todo...
Al llegar una cuadra antes de su casa se desabrosho el cinturón y le sonrió levemente -Gracias... Por todo- No sabia si solo se refería al emparedado y el llevarla a casa o a todo lo que había hecho por ella cuándo aun estaban juntos y nunca había podido agradecer.

Erick tomo su mano antes que ella bajase y la atrajo a él, un segundo mas tarde sus labios se encontraban en un dulce beso, Madison se alejó de él luego de unos minutos y lo observo pidiendo respuestas -Yo si siento muchas cosas por ti... - le guiño.

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora