Prologo

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Muchas veces el destino te muestra el esplendor de la vida, el encanto del amar y la felicidad de las nuevas experiencias.
Pero no todo es color de rosa ya qué hay momentos donde por más pequeño que sea el problema sientes que eres la persona más desdichada del mundo y como bien dicen "te ahogas en un vaso de agua".

Y es aquí donde sientes un inmenso dolor en lo profundo de tu ser que ni el mejor medicamento puede curar, ya que por más avanzada que sea la tecnología simplemente el dinero nunca podrá curar los dolores del alma.

El dinero solo compra cosas materiales, nunca compra sentimientos reales.

Y es en ese momento donde sientes que tu vida no da más, que simplemente eres una persona fracasada, que no fuiste correspondido a sus sentimientos, que no tiene motivo para vivir, es cuando aparece una persona totalmente desconocida, un nuevo sueño o una nueva oportunidad muy especial que te hace cambiar absolutamente la perspectiva en la que ves la cosas, aquellas que eran grises ahora son coloridas y brillantes, tus mañanas ya no son sombrías y frías, ahora son realmente cálidas y pintorescas.

Es aquí donde decides tomar aliento, levantarte y seguir,
tal vez no ganes el primer lugar, ni el segundo y mucho menos el tercero... Pero al menos no te quedarás estancado como los demás y así llegar a la meta de tu vida que tú mismo construirás con cada paso que avances.

Recuerda en la carrera pueden haber cientos de obstáculos, que te harán caer, lastimarte y llorar, pero nunca debes olvidar el motivo que te hizo inscribirte en esa carrera y lo que te espera al final que será ver tus más grandes y sinceros sueños hechos realidad...

No estarás totalmente solo en el caminar de la vida, pero esto no quiere decir que todas las personas que conozcas al transcurrir el tiempo estarán siempre a tu lado, dándote la mano y ayudándote a dar un paso más...Al contrario personas nuevas entrarán en tu vida, y personas viejas se irán, volverán y se volverán a ir sin una razón, ya que así son las reglas de la vida.

Conocerás a otras que solo quieren derribarte ya que solo te ven como competencia y no como un colega más.
Lo importante es que sin importar cuántas personas te derriben, debes demostrarles que eres fuerte y puedes ponerte de pie sin importar que duela o sientas que ya no puedes más...

También habrán personas que conozcas en esta dura carrera que llegarán sin tu consentimiento, en un corto periodo de tiempo se ganarán tu confianza y tu amor, estarán contigo sin importar los obstáculos, las caídas y hasta te ayudarán a sanar las heridas que la carrera te pueda causar y los más importante su amor hacia ti no tiene fecha de vencimiento...

Esta te impulsará dándote ánimos y aúnque no lleguen contigo a la meta se quedarán en tu corazón...

-Madie... esta todo listo, podemos irnos - añadió Renata quien estaba a la habitación en la solía dormir Madison.

-Gracias, en seguida voy... - sonrío, en serio apreciaba su ayuda.

-te esperare en el auto- dijo sin más y se fue

Días difíciles habían transcurrido desde aquella mañana en la Erick había demostrado no sentir nada por la joven chica.
Y como era de esperarse Diego pago la cantidad de dinero estipulada que estaba en el contrato matrimonio en caso que el bebé no fuese hijo de Erick, pero como era de esperarse Erick se había negado a recibir centavo alguno de la familia Miller y Diego no era de los hombres que insisten, Esmeralda seguía sin creer que las pruebas habían dado negativo y había hablado cientos de veces con Erick para que volviese a hacerlas pero era en vano, él no deseaba tener más contacto con Madison ni nada que tuviese que ver con ella y claramente Mateo tenía mucho que ver con ella.
Ni siquiera estuvo ahí cuando le dieron de alta, al contrario Agata si estuvo ahí, Madison pensó que discutiría con ella pero no, simplemente se limitaba a decir "cuida bien del niño" o "se parece mucho a ti" ya que Mateo era rubio y tenía unos hermosos ojos azules, sin duda era hijo de Madison.
La actitud de Ágata hacia el bebé era rara, hasta para Erick quien se sorprendía al saber que iba al hospital cada mañana desde que Mateo había nacido, lo cual era motivo de discusiones todo el tiempo.

-Este es el Adiós Erick...- murmuro y suspiró al observar la habitación la cual solo tenía pertenencias de Erick.

El contrato había vencido así que era hora de partir e ir a casa, la habitación se veía como al principio, sin ninguna cosa rosa volando alrededor, todo parecía tan raro, como la primera vez que entró solo que ahora lo raro era lo conocido y no lo desconocido, había vivido más de seis meses en esa habitación y ahora era rara dejarla...

Tantos recuerdos, tantas experiencias... Simplemente ahora debía olvidar todo aún que sería difícil... Se veía obligada hacerlo.

Se quitó el anillo que Erick le había dado para las épocas navideñas y la dejó sobre un pequeño sobre, el cual contenía los más puros pensamientos que tenía acerca de lo suspendido.

No había podido hablar con Erick, así que no podía decirle siquiera un "lo siento" por haberle hecho pensar que Mateo era su hijo, aún que ni ella misma sabía lo que había pasado, así que escribió la carta con la esperanza que la leyese...

Tomó la única cosa que Erick le había dado al bebé, aquel pequeño oso con la camisa con el nombre "Mateo" escrita sobre ella, se negaba a dejarlo ya que era un lindo detalle de Erick y seguro a Mateo le gustaría tanto como a ella.

Todo estaba listo, las maletas de Madison estaban en el auto y solo quedaba más que despedirse de la familia Robinson.

Era raro que nunca imagino una despedida así, simplemente nunca se imagino alejarse tan rápidamente de ellos, realmente le había llegado a tener cariño, hasta la vieja ogra de Ágata se había ganado su aprecio.

-Muchas gracias por acogerme en su hogar, el tiempo que viví aquí fue único... Gracias por hacerme parte de su familia este tiempo, Mateo también de los agradece - sonrío

-Sabes que siempre serás parte de mi familia Madison, sin importar como hayan sido las cosas eres una chica maravillosa, y todos te apreciamos- añadió Fernando dando un abrazo a Madison

-Convenceré a Erick para la prueba, no me detendré hasta conseguirlo Madison- añadió Esmeralda

-Déjalo Esme... Se que él no quiere saber nada de mi - suspiró

-Hay Madison... Extrañare verte todas las mañanas a la hora del desayuno- suspiró y le dio un abrazo

-Cuida del bebé, recuerda darle de comer a un horario específico y no dejes que tenga el pañal mojado por mucho tiempo - aconsejo Ágata - Debo admitir que fuiste una buena nuera mientras estuviste junto a mi hijo, ahora te toca ser una buena madre... Se que lo lograrás y ven a visitarnos - añadió Ágata muy amablemente

-Gracias Señora Robinson... Trataré de ser la mejor madre - sonrío y le dio un cálido abrazo

Era raro, muy raro pero Ágata se portaba amable...

-¿Porqué te vas?- preguntó Clara

-¡no queremos que te vayas! - lloriqueó Lara

-Vendré a jugar con ambas- sonrío y las abrazo -vendré todos los días - dijo gentilmente aún que sabía que no sería así.

Las gemelas la abrazaron fuerte y Madison correspondió, era el final... Se había despedido de casi todos los Robinson, Erick ni siquiera lo había visto desde que llegó y tampoco preguntó por el, sabía muy bien que no la deseaba ver así que sonrío y salió de la casa Robinson, observó una vez más la casa antes de subir al auto y pudo observar a Erick quien se asomaba por la ventana de una de las habitaciones.

Se veía cansado y agobiado, sus ojos la veían fijamente y su rostro estaba sin expresión, Madie intercambió miradas con él y se resistió a correr a él y solo se dio la vuelta y subió al auto.

Mientras este avanzaba se decía a sí misma "No llores idiota" aún que era doloroso verlo tenía que resistir, una lágrima todo por su mejilla y simplemente se la limpió, sabía muy bien que no se valía llorar, él nunca la había amado y ella debía olvidarlo aun que fuese difícil.

Ahora tenía a alguien más a quien amar, a alguien para dedicarle las veinticuatro horas del día, y a alguien que le robó el corazón desde que le vio, su pequeño Mateo, tan gordito y adorable como ningún otro...

A quien le daba un amor puro, un amor sincero... Un amor sin fecha límite...

Era Un amor sin Contrato...

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora