♡Capítulo 38♡

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Erick no se confiaba mucho de en cuatro ojos, pues no sabia lo que intentaría con la rubia. Al esperar el ascensor, saco su móvil y le escribió a Madi.

-Lleva al niño a tu cuarto y asegura la puerta, recuerda no debes confiar en extraños, aún que sean homosexuales.

El ascensor por fin llegó y dentro de el estaba Emerson con unos pastelillos en un plato, Erick le sonrió leve, entró al ascensor y marco el primer piso, observo los pastelillos y estos tenían corazones.

-Al parecer ya tienes novia - dijo Erick

-¿Vienes de donde Madi?- pregunto este, ignorando totalmente su pregunta.

Erick asintió, sabía que Emerson sentía algo por Madi, pues cuando estaban en Suiza este le había comentado en una ocasión que una de las chicas Miller lo traía loco y que iba hacer todo lo posible por tener devuelta su primer amor.
Al verlo muy cerca de Madison en Universidad comprendió que la chica de la que hablaba Emerson era Madi. La misma Madison que había estado casado con él tiempo atrás y que por estupido había perdido.

-Madison y yo decidimos darnos una oportunidad más, suponque que tu sabes de la existencia de Matteo... Y se que comprenderás que merece tener a su padre cerca de él.

-¿Pero no habías sido tú el que la hizo llorar tiempo atrás solo por que el niño no era tuyo?- dijo en tono burlon.

-El mundo da miles de vueltas... El informe de ayer decía que no era mi hijo, pero pueda que el de mañana diga que si lo es - le guiño - y si no te molesta comere el pastelillo que le ibas a dar a Madi, no creo que lo quiera - sonrio y tomo uno de los pastelillos y salió del ascensor mientras lo comía, no estaba mal... Al contrario esta muy bien elaborado.

Al parecer Emerson había perfeccionado sus mezclas de pastelillos, hacia mucho que no comía uno hecho por él.
El año pasado ambos eran muy cercanos, Emerson había preparado muchas veces pasteles y panecillos en un curso de cocina, que luego los compartiría con sus compañeros de cuarto.
Lo consideraba un buen amigo, pero no permitiría que le arrebatara a Madison.

El fin de semana llegó y Madison se dedicó a terminar tareas que debía adelantar, la nana no llegaba los fines de semana así que Madi debía mantener entretenido a Mateo mientras ella terminaba su ensayo.
Por suerte Mateo se mantenía ocupado jugando con bloques de espuma que Diana le había llevado en una de sus mini visitas.

Diana se mantenía muy ocupada, pues pertenecía a uno de los mejores equipos de la región en fútbol.
Renata por su parte se mantenia siempre recta en sus estudios y en clases de etiqueta, las cuales Amanda siempre estaba pendiente de pagar.

Charlie al parecer se levantaría tarde, pues el reloj daba las nueve y el hombre no daba señales de vida.
Una hora más tarde se levanto con el pelo todo alborotado y los lentes cruzados.

-Buenos días Sr. Charlie - dijo burlona Madi quien le daba papilla a Mateo.

-Buenos días- dijo bostezando -¿Como dijiste que llamaba? - hizo referencia a Mateo.

-Se llama Mateo... Mi amor, mira ese hombre se llama Charlie y de ahora en adelante vivirá con nosotros. No te acerques mucho pues no sabemos si muerde - murmuro lo último y río leve

-Ja, Ja, Ja que graciosa - dijo sarcástico y observo a Mateo quien no le prestaba atención, pues su papilla estaba más interesante, que ver a un desconocido que seguramente mordía.

-¿Me das leche, cereal y me prestas un plato?- pregunto Charlie-Se que dije que no tocaría tus cosas, pero no hare las compras hasta en la tarde así que no tengo nada que desayunar...

-Tranquilo, come... Y los trastes los podemos compartir- sonrio

-gracias- tomo uno de los platos y se sirvió
Cereales -¿Quien cuida de tu hijo cuando estás en la universidad? - dijo luego de tomar asiento.

-Lo cuida mi nana...

-Ya veo... ¿Por qué no vives con tus padres? Se dice que tienen mucho dinero ¿no es así? - alzo la ceja

-Si... Mi Familia tiene mucho dinero, pero su orgullo es más grande... De hecho hasta hace unos meses vivía en mi casa, pero tuve desacuerdos con mi padre sobre mi hijo y sobre lo que yo quería, mi familia es muy patriarcal, mi padre quería que yo estuviese sumisa a lo que el dijese y yo claramente no quería... Así que me mude y ahora trabajo medio tiempo en una cafetería de por aquí cerca para poder pagar el alquiler, aún que en realidad mi madre pagó por adelantado unos cuantos meses... Y tú ¿Por qué dejaste tus comodidades de niño mimado y decidiste alquilar?

-Como dije, tuve un desacuerdo con mi padre, mi abuelo paterno tiene una empresa de jabones, tiempo atrás mi padre discutió con el sobre la empresa, pero mi abuelo no se la quiso dar, así que el heredero debería ser yo, pero a mi no me interesa la industria de jabones... A mi me gusta la medicina... Mi padre quería que yo fuese con mi abuelo a Inglaterra por unos meses para enterarme y aprender sobre cómo va la empresa. Pero eso sería contraproducente en mi carrera... Así que me fui de casa- se encogió de hombros y siguió comiendo.

-Bueno si es así creo que fue lo correcto- sonrio levemente mientras le daba un poco más de papilla al glotón de Matteo.

-¿Enserio crees que fue lo correcto?correcto- dijo este mientras observaba como el gordito bebé devorada la papilla.

Madi asentio -Opino que todos debemos dedicarnos a lo nos atraye, sin importar lo que los demás digan sobre nuestras pasiones o sueños... Y aún que todos a nuestro alrededor duden de lo que podemos o no hacer, solo sea incentivo para lograrlo - le dedico una leve sonrisa.

Charlie escuchó cada una de las palabras que la chica Miller había dicho y continuó comiendo -¿Susana dirigió bien la junta de hace unos días?

-Mm si, ya decidimos que hacer...

-Si, me lo ha dicho por mensaje... ¿Como es que tuviste esa idea? Me refiero a que yo ni en mil años hubiese tenido esa idea para las personas alérgicas al cabello canino.

- Ah eso... Fue por que toda mi vida quise tener una mascota... Cuando era niña nunca tuve una por las alergias de mi padre, cuando salí embarazada por fin tuve una cachorrita, pero cuando Mateo nació tuvimos que darla en adopción... Pues el tambien sufre de alergias al pelo de los animales.

-Ya veo... Yo nací rodeado de animales así que no puedo decir que te compadezco... Mi padre es amante de los perros mi madre es amante de los gatos, así que mi casa parece más un albergue de animales que casa...

Madi río leve -Que bueno por ustedes... A mi me encantaría tener una mascota pero con Mateo en casa no puedo...

-Veras que con el invento que crearemos será posible que tengas una mascota... - sonrio.

Madison le devolvió la sonrisa, al parecer tener viviendo junto a ella a Charlie no era tan malo, él no era del todo frío y gruñón.

Amor sin Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora