Pilar Brillante [Concluida]

Cap 18. Informe Especial

Tanjirō se levantó del suelo y comenzó a caminar hasta la casa, la cual estaba destrozada por el ataque de los demonios.

- Tamayo-san ― exclamó Tanjirō, buscándola.

- Aquí ― dijo ―. Ven al sótano.

Se acercó hasta una puerta y cuando la abrió, pudo ver como Nezuko se acercaba a él y lo abrazó.

- ¡Nezuko! ― exclamó Tanjirō.

Nezuko se separó de Tanjirō y fue donde Tamayo estaba, en donde abrazó a ella y acariciaba la cabeza de Yushirō.

- Nezuko-san ha estado en este estado desde que terminaron las cosas... Todo está bien...? ― preguntó Tamayo.

- Está bien. Ella probablemente piensa que ustedes dos son personas que conoce de nuestro antiguo hogar ― dijo Tanjirō.

- Pero la sugestión que pusieron sobre Nezuko-san... ¿No era para tratar a los humanos como su familia? Nosotros somos demonios... ― dijo.

- Eso es por que Nezuko ha decidido tratarte como un ser humano... Está dispuesta a protegerlos. Yo... Aunque odio el hecho de que Nezuko se le haya tenido que sugestionar su comportamiento... Parece ser que todavía conserva su propia voluntad, así que estoy agradecido ― dijo Tanjirō.

Tanjirō se dio cuenta de que Tamayo comenzó a llorar.

- ¡¡Lo siento!! ― exclamó ―. ¡Nezuko! ¡Nezuko! ¡Aléjate de ella! ¡Ya déjala, estás siendo irrespetuosa!

- Gracias, Nezuko-san, gracias... ― dijo Tamayo, abrazando a Nezuko.

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- Vamos a dejar este lugar. Este lugar está muy cerca de Kibutsuji. Si no nos escondemos rápido, estaremos en grave peligro. Y además... Tarde o temprano las demás personas se darán cuenta de que somos demonios, los sentidos de los niños y la gente adulta es especialmente aguda. Tanjirō-san ― dijo Tamayo

- ¿Sí?

- ¿Estarías dispuesto a dejar a Nezuko-san con nosotros? ― preguntó.

- ¿Eh?

- Incluso si no podemos asegurar que la podemos mantener alejada de daños, aun así es mucho más seguro que llevarla al campo de batalla ― dijo.

- No. Por favor, no ― pensó Yushirō.

- ... Lo que dice tiene sentido... Ella tiene razón... Dejar a Nezuko aquí sería por su propia seguridad... ― pensaba Tanjirō.

Estaba muy inseguro de la decisión que debía tomar. Cuando parecía que ya tenía la respuesta, Nezuko sujetó su mano.

- ... Gracias por su oferta... Pero nosotros continuaremos por este camino juntos. No nos separaremos... Nunca más ― dijo, sujetando firmemente la mano de su hermana.

- ... Entiendo. Entonces les deseo lo mejor para sus siguientes batallas. Ahora, adiós. Nosotros nos iremos una vez hayamos borrado todo rastro nuestro de este lugar. Estedes también deberían darse prisa ― dijo Tamayo.

- Ah, okay. Emm... Ahora el cielo está muy claro... ¿Dónde está la caja...? ― dijo Tanjirō, buscando la caja.

- Tanjiro ― dijo Yushirō ―. Tu hermana es una gran belleza ― dijo, haciendo sonreir a Tanjirō.

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Izuku corría por un lugar muy bien decorado con árboles y flores, había hasta un pequeño puente de rocas y una pequeña cascada a la derecha. Corrió hasta ver a Oyakata-sama y su esposa Amane caminar por el sendero de rocas. Corrió hasta estar a una distancia corta en donde frenó e hizo una reverencia.