Pilar Brillante [Concluida]

Cap 28. Mudanza

[Arco del distrito rojo: cap 28 - 30]

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- Gracias al esfuerzo que hizo Kyōjurō, ningún pasajero del tren murió, sólo con algunas heridas ― informaba Izuku ―. El intervinio de la luna superior tres fue totalmente inesperada. Llegué justo a tiempo antes de que este matara a Kyōjurō. Lastimosamente, no pude vencerlo, ya que los rayos del sol lo obligaron a retirarse. Utilizó varias técnicas para que no pudiese alcanzarlo... Perdone mi inutilidad. Si hubiese llegado mucho antes, no hubiésemos perdido a uno de los pilares ― dijo Izuku inclinado.

Enfrente de este estaba Oyakata-sama, escuchando atentamente lo que Izuku decía.

- Ni un solo fallecido... Kyōjurō sí que se esforzó... Pronto estaremos con él... En cuanto a tí, estoy seguro de que hiciste lo mejor que pudiste, Izuku ― decía Oyakata-sama ―. No te culpes por la muerte de tu amigo. Todos moriremos en algún momento, ya sea tarde o temprano. Cada vez que te sientas triste o culpable por la muerte de Kyōjurō, recuerda que él falleció con una sonrisa en su rostro, orgulloso de su trabajo y del tuyo. Puedes llorar tranquilamente la muerte de él ― dijo, haciendo que algunas lágrimas saliesen de los ojos de Izuku.

Este se levantó del suelo y dijo:

- Es todo lo que tengo por informar. Si me disculpa, me retiro.

- Sí.

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La noticia de la muerte de Rengoku Kyōjurō, Pilar de la flama, no se la esperaba nadie del resto de pilares.

Casi todos tuvieron la misma reacción, tristeza e impotencia.

Cuatro meses pasaron desde la muerte de Kyōjurō, y el cuerpo de cazadores de demonios no pudo permitirse llorar por mucho tiempo la muerte de uno de los pilares.

Rápidamente, todos volvieron a sus deberes.

La zona que cubría Kyōjurō, fue ocupada por Izuku. La zona que él cubría, se la encargó a su sucesor, Shōto.

En este momento, el Pilar del Sonido está en una misión junto con Tanjirō, Zenitsu e Inosuke.

- ¿Así que por eso ya no vendrás tan seguido? ― preguntó un tanto preocupada una jovencita.

- Sí... No hace mucho que el maestro me lo permitió. El área que Kyōjurō cubría está un poco lejos de aquí. No puedo proteger este pueblo de los demonios nuevamente ― decía mientras veía hacia el suelo ―. Así que estuve pensando... ¿Por qué no te vienes conmigo a mi sede? ― preguntó.

- ¿¡Eh!? ¿¡Q-Quieres que me mude contigo!? ― exclamó confundida, emocionada y nerviosa.

- No lo digas de esa forma... Suena extraño. Pero sí ― respondió.

- Yo no se si...

- Piénsalo. No te faltará nada. El agua, la comida, electricidad. Está todo allá ― decía, tratando de convencerla.

Ella estaba en silencio mientras lo veía nerviosamente.

- Pero, ¿Y todas las personas del pueblo? No puedo simplemente irme, luego de que ellos me apoyaron en todo.

- No te preocupes. Ya hablé con ellos. Están más que de acuerdo con que lo hagas. Y si es por su seguridad, mandaré a un grupo de cazadores para que protegan esta zona ― dijo.

- Ya veo... ¿Estás seguro de que no seré un problema? ― preguntó.

- En absoluto. Allá podrás charlar con las demás chicas que viven en la sede mariposa. Ellas son como tú ― dijo sonriendo.