Cap 48. Hermanos

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Yorīchi, cada vez que sonreías, siempre me sentía mal y no podía evitarlo.

Cuando hablábamos que nuestros alientos no tenían sucesor, te volvías optimista y sonreías.

Estaba muy orgulloso de que nuestra generación fuera la única especial, pero cuando sonreíste, sentí ganas de vomitar por la irritación y repudio.

¿Qué es tan divertido?

Sin soltar su espada a pesar de estar cortados en dos.

Usando técnicas de sangre demoníaca a pesar de ser humanos.

No mueren por pérdida de sangre a pesar de haberlos cortado una y otra vez.

Superando sus límites tenazmente, hasta rivalizar con los demonios.

Estos tipos, que ni siquiera son usuarios del aliendo solar, tiñen sus armas de rojo.

¿Qué tiene de divertido este futuro?
No es una victoria justa.

La sola idea de perder así, me enfurece.

Nunca volveré a perder, incluso si cortan mi cabeza.

El cuerpo de Kokushibō, más bien su cuello, dejó de sangrar y su cuerpo comenzó a moverse.

- ¡¡Detuvo el sangrado!! ― pensó Gyōmei ―. ¡¡Shinazuwaga, no pares de atacar!! ¡¡Acorrálalo!! ¡¡No dejes que Tokitō y Genya mueran en vano!! ― exclamó.

- ¡Maldición! ¡Estaba pensando lo mismo! ¡Voy a cortar y cortar esa cosa hasta que desaparezca! ― exclamó Sanemi.

- Aliento de Viento: Octava forma: Primer corte vendaval
風の呼吸: 捌ノ型: 初烈風斬り!
(Kaze no Kokyū: Hachi no kata: Shi Rekkaza Kiri)

Arremetió contra Kokushibō y lo cortó con dos poderosos cortes.

- Aliento de Roca: Quinta forma: Rueda de Piedra Firme
岩の呼吸: 伍ノ型: 瓦輪刑部
(Iwa no Kokyū: Go no kata: Garin Gyōbu)

Con su bola de hierro, destrozó los alrededores de Kokushibō y, con su hacha, apuntó a su cuerpo pero este se movió.

Kokushibō cortó el brazo de Tokitō y sacó su espada de su cuerpo.

No me desmoronaré.
Aún puedo regenerarme.
Si supero esto, no moriré aún.
Están acabados.
Las técnicas acabarán pronto.

Así venceré a la muere a pesar de que mi cabeza fue cortada.

Esquivó los ataques de ambos cazadores y apareció a varios metros de ellos.

Había regenerado su cabeza pero, todo su cuerpo cambió.

Ahora lucía como un monstruo total, tenía varios apéndices en la espalda y su mandíbula cambió a una con dientes filosos que sobresalen.

- ¡¡Ese bastardo restauró su cabeza!! ― exclamó Sanemi.

- ¡¡Sigue atacando!! ¡¡Su cuerpo debería estar débil debido a eso!! ¡Él no es como Muzan, sigue atacando su cabeza una y otra vez! ― exclamó Gyōmei.

Pilar Brillante [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora