Cap 31. Siguiente Movimiento

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[Arco de los herreros: cap 31 - 35]

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- Si me llamaron a este lugar... Significa que una de las lunas superiores fue asesinada por los cazadores ― pensó Akaza, sorprendido.

Se encontraba en una mansión, pero esta estaba dividida en decenas de pilares de madera.

Tanto arriba como abajo, derecha e Izquierda, habían muros, suelos, techos, ventanas, escaleras y balcones, no se sabía si estabas parado sobre el techo o el suelo.

- ¡Hyo! ― pudo escuchar Akaza ―. Bueno, bueno. ¡Señor Akaza! Te ves bien. ¿Cómo has estado luego de noventa años? ― preguntó, la luna superior cinco, Gyokko ―. La mera posibilidad de que murieras, hizo que mi corazón se encogiese.

- ¡Esto es aterrador! ― exclamó, la luna superior cuatro, Hantengu ―. ¡Gyokko a olvidado cómo contar luego de nuestra ausencia! No hemos sido llamados aquí desde hace ciento trece años. ¡Un número indivisible, de mala suerte!

- Mujer biwa, ¿no ha llegado el señor Muzan? ― le preguntó Akaza a una mujer con un instrumento biwa.

- Él aún no ha llegado ― respondió.

- Entonces, ¿dónde está la luna superior uno? Es imposible de que lo maten ― preguntó.

- Espera. Espera. ¿No vas a mostrar algo de preocupación por mí? ― dijo alguien, poniendo su brazo alrededor del cuello de Akaza ―. ¡Estaba súper preocupado por ustedes! Son mis preciosos amigos. No quiero que nadie aquí se desmaye ― dijo, la luna superior dos, Douma.

Mientras Douma y Gyokko hablaban, Akaza dijo:

- Mueve tu brazo ― dijo, rompiendo y destrozando la mandíbula de Douma con un golpe.

- ¡Hmmm, qué buen golpe! ― exclamó ―. ¿Te has vuelto un poco más fuerte desde la última vez que nos vimos, Akaza-dono? ― preguntó Douma.

- La luna superior uno fue el primero en llegar. Él a estado aquí todo este tiempo ― dijo la mujer biwa, sorprendiendo a Akaza.

Este volteó hacia la derecha y, al fondo, pudo ver a un hombre con un kimono de cuadros de color negro y morado.

- Yo... Estoy aquí... El señor Muzan... Ha llegado ― dijo, la luna superior uno, Kokushibō.

Arriba de todos ellos, estaba Muzan mezclando sustancias.

- Gyūtarō está muerto ― dijo ―. Las lunas superiores han disminuido. Lo mató el mismo cazador que casi los mata a ustedes... Douma, Akaza. Tal parece que está dando toda su vida sólo para fastidiarme... ― dijo Muzan.

- ¡Oh, así que es eso! ― exclamó Douma ―. Bueno. ¡Lo siento mucho por eso! Después de todo, no pude derrotar a ese tipo y, también, yo fui quién presentó a Gyūtarō. ¿Cómo me vas a castigar? ¿Me arrancarás los glóbulos oculares o vas a...?

- No necesito tus glóbulos oculares ― interrumpió ―. Ya me imaginaba su muerte. Daki lo estaba reteniendo. Si ella y ese cazador no hubiesen estado, él hubiese ganado la pelea. Pero ya no importa ― dijo, cerrando un libro ―. No espero nada de ustedes.

- Oh. Ya está hablando cosas tristes de nuevo. ¿Alguna vez cumplimos tus espectativas? ― preguntó Douma.

- La familia Ubuyashiki aún no ha desaparecido. Cada vez que parece que estamos cerca, algo impide que Nakime siga viendo. Y, ¿qué hay del "lirio de araña azul"? Cómo es posible que, luego de cientos de años, aún no lo encontremos. Realmente no sé por qué existen ― decía, fastidiado y decepcionado.

Pilar Brillante [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora