Un año y varios meses después...
Se podía ver un entorno con muchos árboles.
El frío comenzaba a dar señales de su próxima llegada.
El sol iluminaba la montaña
Unos sonidos de forcejeos se escuchaban.
El responsable del sonido irregular de ese ambiente, era Izuku quien estaba cortando y reuniendo leña.
- El frío llega antes en esta zona... ― pensaba mientras cortaba la leña
Llevaba reuniendo leña durante ya mucho tiempo, así que se detuvo y comenzó a subirla ordenadamente en un carro para leña modificado a su gusto.
Cuando terminó de hacerlo, lo subió a su espalda.
- Espero no encontrarme con ningún oso. No sería una sensación agradable matar uno ― pensó.
Una vez acomodó bien en su espalda el carro, salió disparado de ese lugar, levantando un poco de polvo en donde estaba parado.
Aprovechando la perfecta alineación entre algunas rocas y árboles, subió a las copas de los altos y fuertes árboles que adornaban la montaña.
- Nunca me aburriré de esta sensación ― pensó mientras saboreaba el aire puro de la montaña.
Veía con ojos maravillados el paisaje de la montaña, al pie de esta se veía la ciudad más cercana.
Luego de haber corrido por varios minutos, llegó a su casa, cayendo suavemente en su patio.
- Bien. Aún no pierdo el toque ― dijo.
Caminó hasta un cobertizo que estaba en su patio y bajó de su espalda el carro. Comenzó a bajar la leña de este y guardarla en el cobertizo, junto con la demás que había reunido.
- Genial. Es mucha madera. No habrán días fríos, por ende, Shinobu no tendrá frío dentro de casa en invierno. Estará muy contenta ― pensó entusiasmado e ilusionado, aunque todo eso se esfumó con el siguiente pensamiento ―. Aún recuerdo que se terminó el invierno pasado... Menos mal que no hacía tanto frío ese día. Reuní tanta madera como pude ese día...
En ese momento, mientras tenía esa sensación de vergüenza e impotencia, unos graznidos llamaron su atención.
Volteó hacia dónde venía el sonido y vio a un cuervo acercarse a él.
Extrañado, dijo:
- ¿Qué te trae por aquí? Recuerdo haberte dicho que podías ser libre estos días ― dijo, viendo como el cuervo se posó en su hombro ―. Trae una carta ― pensó.
- Caww... Ayane... Envía una carta para ti ― dijo el cuervo.
- ¿Por qué una carta...? ― dijo extrañado.
- Ábrela, caww... ― respondió.
Izuku tomó la carta que venía sujeta a la pata del cuervo y la abrió.
"Hola, espero tu día haya amanecido bien, Izuku-san.
Ya ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.
La gente del pueblo pregunta por ti frecuentemente, más la Señora Murasaki.
Ella dice que quiere darte una sopa por lo mucho que has hecho.
Ya es bastante mayor, deberías venir a verla.
Sasami también te extraña mucho.
Llora por ti cuando te vas.
Originalmente era tuya, pero me la diste a mí para que no estuviese sola, aun así también es tu mascota.
Tal vez deberías verla más a menudo.
Los cuervos vinieron, así que aproveché para escribir esta carta.
Ya tienes veintisiete, ¿qué esperas para tener un hijo?
¿Acaso quieres que tenga un padre anciano?
Ya quiero ver a un mini-tú.
Pero si fuera niña, ¿sería una mini-Shinobu-san? O tal vez, ¿mini-Izumi-san?
¿Una versión entre Shinobu-san e Izumi-san?
Qué interesante.
Me pregunto si tus hijos también tendrán esa marca tuya.
No paso hambre, no me aburro, me divierto con Sasami y las personas del pueblo; trabajo en la tienda del hijo de la Señora Murasaki, para ayudar en los gastos.
No me gusta que pagues todo tú, no me importa si eres millonario.
No me he enfermado en mucho tiempo, descanso bien y cuido mi cuerpo.
Espero que tú y Shinobu-san también lo hagan.
¡Perdón por una carta tan larga!
¡Sólo estaba escribiendo!
¡Seguro te quité mucho tiempo!
¡Lo siento!
Eso es todo.
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Pilar Brillante [Concluida]
FantasyEsta historia va de Izuku, un niño perteneciente a una familia cuyos padres siempre han sido unos excelentes espadachines y debe cargar con la responsabilidad de continuar con el linaje. Varios sucesos crueles azotarán su vida, como a la mayoría de...