Pilar Brillante [Concluida]

Cap 38. Comienzo de las Desgracias

[Arco de la fortaleza dimensional: cap 38 - 55]

- ¡Rápido, Shōto! ― exclamó Izuku, comenzando a correr repentinamente.

- ¿E-Eh? ¿Por qué? ― dijo este, siguiéndolo.

Pocos instantes después.

- ¡¡Ataque a la residencia Ubuyashiki!! ¡¡Ataque a la residencia Ubuyashiki!! ― exclamó un cuervo.

De un momento a otro, mientras todos los Pilares corrían hacia la residencia Ubuyashiki, un gran destello seguido de un estruendo se hizo presente.

La residencia Ubuyashiki había explotado por los aires y las llamas consumían el lugar.

- ¡¡Una explosión...!! ¡Huele a mucha carne y sangre siendo quemada! ― pensó Tanjirō, imaginándose lo peor.

Mientras tanto en el lugar infernal.

- ¡Agh! ¡¡Ubuyashiki!! ― exclamó Muzan, furioso mientras regeneraba su cuerpo ―. ¡¡La cara de ese tipo!! Sonreía igual que Buddah pero, luego él junto con su esposa e hijas, ¡se hicieron explotar! ― pensaba ―. Cometí un error al pensar que era alguien normal. Resultó ser un desquiciado. Noté que tramaba algo, pero nunca pensé que fuera algo como esto. Encima le añadió tetsubishi* para hacerla más letal y retrasar mi regeneración. Significa que aún falta algo. Puedo sentir como los pilares se acercan. Ese idiota se utilizó como carnada.

( *: Makibishi o tetsubishi, es un término utilizado en las artes marciales de Japón para referirse a un abrojo o a una fortificación espinosa. )

En ese momento, muchas esferas extrañas aparecieron en todos los lados, rodeando a Muzan. Estas se abrieron y explotaron en grandes barras con púas en todo su "cuerpo", atravesando a Muzan.

- Me inmovilizaron. Alguien está utilizando una técnica demoníaca. Las púas se extienden por mi piel, así que no puedo sacarlas. Las absorberé y estaré bien ― pensó Muzan.

Muzan notó algo extraño en su estómago. Cuando bajó la mirada, pudo ver a Tamayo con su puño en su estómago.

- ¡¡Tamayo!! ¿¡Por qué estás aquí!? ― exclamó ―. Se acercó utiluzando una pantalla de humo demoníaca ― pensó.

- Absorbiste mi puño, Muzan. ¿Tienes idea de lo que había adentro? ¡Una droga capaz de convertir demonios en humanos! ¿Entonces? ¿Sí funciona? ― dijo Tamayo.

- No debería ser capaz... ― dijo Muzan.

- ¡¡Oh, pero lo logré!! ¡Los papeles han cambiado! Aunque hacerlo sola habría sido imposible

- Eres una mujer terca, Tamayo... ― decía, sujetando la cabeza de ella ―. Tu odio contra mí es injusto. ¿Fui yo quién mató a tu esposo e hijos? En absoluto... Fuiste tú.

- ¡Si hubiera sabido que eso pasaría, nunca me hubiera convertido en demonio! ¡Sólo quería ver a mis hijos crecer!

- Después mataste a más humanos, ¿eso también fue una ilusión? Te divertiste mucho haciéndolo

- Así es, asesiné a mucha gente cuando caí en desesperación. Es por eso que, tanto tú como yo, moriremos esta noche. ¡Hágalo, por favor, Himejima-san! ― exclamó.

Detrás de Muzan, venía Himejima lanzando su arma contra él.

- Namu ami dabutsu ― dijo.

La arma que tenía era una bola de hierro con púas, sujeta a una cadena y en el otro extremo había una hacha. La bola de hierro destrozó la cabeza de Muzan.