Afuera, en el Valle del caos, Gabbe aún estaba esperando que los demás volvieran.
Generalmente permaneció en la cueva donde Ignav dormía, pero también caminó para ver los alrededores.
Estaba preocupado por los demás. Principalmente por Zayra.
Para él habían pasado 2 días desde que Zayra se había ido.
Después de que ella se fue, él se quedó solo.
El único junto a él era el vampiro, el cual por alguna razón se quedó cerca de Gabbe.
Aún así, no tenían la necesidad de hablarse.
No eran conocidos ni mucho menos amigos.
Pero, ya que la situación podía ser tediosa, Gabbe no tuvo otra opción.
Por eso, estando en la cueva de Ignav, decidió cambiar la rutina.
—¿Otros vampiros pueden hablar? —Preguntó Gabbe.
El vampiro no mostró asombro en su ojo. Tan solo movió su cabeza hacia Gabbe al escucharlo.
—No saber —Respondió el vampiro. —Yo no saber. Mucho. Casi nada
Ese vampiro era inteligente, al grado de poder hablar.
Algo bastante único considerando que él era un cadáver viviente reanimado por la Maldad.
—No tengo experiencia con seres como tú. Cómo ganan inteligencia, cómo actúan. No sé nada de eso. Sin embargo, hay algo que me gustaría saber —Gabbe colocó su bulto en una esquina de la cueva. —¿Por qué sigues así? ¿alguien como tú es capaz de tener un objetivo?
A Gabbe le pareció raro que el vampiro no se haya ido.
Él no tenía nada que ver con ellos. Era un vampiro más a pesar de su inteligencia.
Podía ser un depredador para ellos, así como también un enemigo.
Pero no hizo nada en ningún momento.
—Yo. Principio. No saber nada —El vampiro se puso de pie. —Abrir ojo. Pensar. Aprender poco. Habla
Gabbe intentó interpretar las palabras del vampiro a su manera.
Al ser un mensajero que había ido a muchos lugares del continente, tenía mucha experiencia.
Además sabía cómo lidiar con las personas a pesar de no tomar el entrenamiento de espía.
Pero eso estaba en su sangre de duende.
Ellos sabían cómo hacer maquinar la mente de otros a su manera.
—Yo caminar. Moverme mucho. Ver zorro y... aprender —Dijo el vampiro. —Ver. Ver mucho. Ver moverse
Es como si hubiera aprendido a hablar con tan solo escuchar a otros, pensó Gabbe.
—Zorro luchar. Yo aprender
—¿Estabas aprendiendo los movimientos de Ignav con tan solo verlos? —Preguntó Gabbe. —¿Por qué?
—Yo comer. Mucho comer. Pero... tener interés. Yo querer aprender
—El interés fue lo primero que te ayudó a ser inteligente. Bueno, al menos poder pensar —Gabbe buscó algo en su bulto.
Sacó un papel con un lápiz de tinta oscura.
Comenzó a escribir lo que escuchó del vampiro.
No era su trabajo el tener que escribir sobre el vampiro, pero quiso hacerlo.
Pensó que podía escribir algunas cosas sobre él.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.