La gente de la aldea le contaron a Zayra sobre la razón por la cual estaban decaídos.
Hace poco tiempo, un joven de la aldea, el cual era muy amable con todos, obtuvo algo poco común entre los reptiles.
Él se despertó como cualquier día y salió con su familia a buscar alimento para la aldea. Preferiblemente unos peces que nadaban en el hielo.
Sin embargo, ese joven no volvió.
Después de todo se transformó en un dragón y perdió el control de todo.
Y su familia desapareció.
La aldea no confirmó la muerte de ellos, pero sabían que estaban muertos.
Después de la transformación en dragón, el dragón voló hasta la aldea para quemarla.
Sin embargo, no lo hizo.
Se detuvo y retrocedió, yendo al Archipiélago polar.
Desde ese entonces, los reptiles adultos decidieron contratar a diferentes personas.
Piratas, mercenarios, asesinos. Ellos querían librarse del peligro que representaba ese dragón.
Alguna vez fue un buen joven, pero la evolución de reptil a dragón era extremadamente peligrosa ya que perdías el control de sus acciones.
Ellos no podían ayudar a ese dragón por lo que lo mejor que podían hacer era deshacerse de él antes que atacara y matara a todos en la aldea.
Mercenarios fueron a matar al dragón en varias ocasiones, pero ya había pasado un tiempo y no habían escuchado nada ni del dragón ni de los mercenarios.
Al no recibir ninguna información, algunos adultos decidieron hacer algo con el dragón, pero tampoco volvieron.
La situación en la aldea se volvió desesperante.
Querían huir, pero habían estado por mucho tiempo en esa aldea.
No querían abandonar sus hogares.
Hasta que, unos pocos días, apareció un hombre.
Un hombre que la gente de la aldea recordó ya que en ocasiones pasaba por la aldea junto a Zayra.
Aún así tampoco habían escuchado de él.
—¿No crees que murió, verdad? —Preguntó Ouroboros. —De ser así ya no tiene esperanzas
—Por supuesto que no está muerto —Respondió Zayra. —Él está bien
Ouroboros y los demás estaban en una especie de cabaña abandonada que la gente de la aldea les prestó.
Ya que Zayra no volvió a su hogar, otras personas la tomaron.
No se quejó. Ella habría hecho lo mismo.
Su objetivo tampoco era quedarse. Tan solo quería obtener información de Clyde y de su hija.
Además la cabaña era un buen lugar para pasar la noche.
—He leído acerca de la transformación de dragones —Comentó Stella. Estaba sentada sobre una mesa. —Es algo que puede ser considerado natural, pero aún así es horrible. Después de todo la estructura misma de tu cuerpo cambia a la fuerza sin querer
—El dolor es inimaginable. Además se pierde control de uno mismo —Zayra bajó su mirada. —Por suerte ese dragón no está perdido. De lo contrario habría matado a todos en esta aldea
—Hablas como si te hubieras transformado en dragón antes —Dijo Stella.
Zayra dirigió su mirada hacia su hijo.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.
