Un hombre intentó entrar a una casa. Estaba huyendo de la muerte misma.
Detrás de él no había nada excepto cadáveres. Nadie lo estaba siguiendo.
Aún así, pudo escuchar voces de diferentes lados.
Risas bizarras, llantos y gritos llenos de agonía.
Pensó que iba a perder la cordura por estar escuchando constantemente eso.
Al entrar a la casa, en medio de la noche, se escondió debajo de una mesa.
Esa mesa tenía comida para toda una familia. Pero, no había ninguna familia que pudiera comer.
Los cadáveres de una familia de 5 yacían en el suelo.
El hombre se quedó quieto. Tuvo mucho miedo. Sintió que, si se movía, él iba a ser el siguiente en morir.
Pero, en medio de todo lo que estaba escuchando, escuchó algo cerca.
Alguien estaba llorando cerca de él, en el interior de la casa.
Esa persona estaba escondida justo como él.
Era una niña de unos 5 a 8 años.
Estaba en una esquina, colocando sus manos en su boca para no llorar duro.
El hombre se quedó boquiabierto. Entendió que esa niña era la única que sobrevivió de su familia.
Estaba sola. Había perdido todo.
El hombre estaba como ella. Ambos con miedo, ambos solos.
Aún así, no quiso quedarse de brazos cruzados y ver a una niña sufrir.
Se le acercó. Pensó en hacerla sentir bien, en animarla.
-¿También estás sola? yo también. Mi esposa... mis hermanos, están muertos -Se sentó al lado de ella. -Yo... estoy vivo. No sé por qué, la verdad
-Mami... papá
-Entiendo. Es difícil. Yo también... -El hombre comenzó a llorar. -Yo también... estoy así
Ni siquiera sabía quién era la niña. Tan solo la abrazó.
Así como apoyó a la niña, la niña lo apoyó en su soledad.
-Ven. Vamos a salir -Tomó a la niña en sus manos. -Te llevaré a un lugar seguro
Salió de la casa. Le cubrió los ojos para que no viera los cadáveres.
Pero, justo al salir, se quedó paralizado al ver una máscara con ojos amarillos de felino.
El ser que masacró a todas esas personas estaba allí, delante de ellos.
Alguien como él, que ni siquiera sabía luchar, además de que cargaba a una niña, se encontró con el mejor asesino de todo el Gremio oscuro.
Podía correr, podía luchar, pero el resultado no iba a cambiar.
Por eso, decidió hablar.
-La niña... es inocente. A-apenas sabe lo que está ocurriendo
Echo se quedó en silencio.
-No sé que buscas, tampoco sé quién eres, pero por favor, no le hagas nada a ella
-David. No tengo que matar niños -Respondió Echo. -Pero, no puedo decir lo mismo de ti
En un instante, antes de que el hombre pudiera reaccionar, Echo apareció a su lado.
Pudo haberlo matado de un ataque. No era difícil para él.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.