Capitulo 36: Vigilante de Raavar

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—Vaya, la comida está deliciosa. Es horra de comerr

—*risas* Si. Tengo mucha hambrre

Alrededor habían personas comiendo tranquilamente.

No solamente humanos, también monstruos esclavos.

Estaban todos unidos, comiendo en un mismo lugar.

Mientras Stella estaba sentada en una mesa, rodeada de ancianos como Elvira.

Tenía un plato de comida frente a ella.

No tuvo problemas con la comida que le dieron, sin embargo, todo era fruta y vegetales. Esperó algo de carne al menos.

—¿Porr qué no comes? —Preguntó Elvira.

—Lo haré. Sin embargo, me gustaría saber si aquí comen carne...

—¿Querrías carrne? lo lamento mucho. Hacemos carrne, pero hoy hicimos ensaladas nada más

—Ya veo. Aún así gracias

Comenzó a comer.

Aunque no pudo comer tranquila. Los ancianos en su mesa hablaban demasiado. Elvira también.

Quería comer sin tener que oírlos, pero sintió que no podía quejarse. Después de todo le dieron comida por tan solo un diamante.

Y, ya que estaban hablando mucho, decidió preguntar algo.

Ya que eran muy habladores, sabía que iba a obtener respuestas.

—El duque Mario... ¿Qué clase de hombre es?

Su pregunta detuvo la conversación de los ancianos de inmediato. Era la oportunidad que habían estado esperando para poder hablar con Stella.

—El duque Marrio es una marravilla de perrsona —Dijo un señor. —Es un honorr poderr vivirr en sus tierras y haberr crrecido junto a tal hombrre

—Parra rresponderr mejorr a tu prregunta. El duque es la perrsona que este lugarr necesitaba. Desde que tomó el lugarr de su padrre, todo mejorró —Dijo Elvira. —Es... el mejorr

Parecía que todos tenían al duque en alta estima.

Parecían estar muy agradecidos con ese hombre.

Y podía verlo.

Ese lugar era muy único.

Era unas tierras hermosas con personas amables. Además los humanos convivían con monstruos esclavos sin problemas.

Aún así le era difícil creer que existiera un gobernante tan bueno.

—¿Su padre era el interior gobernante de estas tierras? —Comenzó a comer.

—Su padrre erra un tirrano. Abusaba de los esclavos y le rrobaba a su gente. Erra el mal purro —Elvira bajó su mirada. —Aunque no me gusta esta palabrra en esta situación, debo decirr que porr suerrte ese hombrre murió hace 31 años. Con su muerrte, su hijo Marrio arrregló todo lo que su padrre dañó

Eso significa que trajo el paraíso a eses lugar incluso antes de mi nacimiento, pensó Stella.

Sintió algo de intriga por Mario. Quiso verlo en persona para saber si realmente era digno de ser tratado como una gran persona.

Para ella, un gobernante no era bueno. No podía ser bueno.

—Me gustaría conocer al duque. Quiero decir, me gustaría ver al hombre que los tiene tan felices a ustedes

—En ese caso no debes prreocuparrte. El duque suele venirr porr estos lugarres cada cierrto tiempo. La última vez que vino fue hace 7 días porr lo que prronto pasarrá porr aquí —Dijo una señora. —Es un hombrre amable, perto sobrretodo guapo

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