Capitulo 111: Sin rencor

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Después de estar afuera por casi una semana, Ouroboros regresó al campamento de mercenarios junto a Stella.

Al llegar, justo en la entrada, vio algo que no supo cómo tomarlo.

Zero estaba en un árbol, amarrado de las piernas cabeza abajo.

Mientras Gale, con una espada de madera, lo golpeaba como si estuviera golpeando una piñata.

Al lado de ellos estaba Kassar, el cual estaba riendo a carcajadas al ver que Gale estaba dudando.

—Llegó Ouroboros... —Dijo Zero.

Al ver que Ouroboros y Stella regresaron, Gale dejó de golpear a Zero.

Gale usó la espada de madera para cortar la soga que mantenía cabeza abajo a Zero.

Cayó de cabeza, pero no sufrió nada de daño.

—¿Qué estaban haciendo? —Preguntó Ouroboros al bajarse de la carreta.

—Estaba ayudando a... Gale. Me parezco a... ese tal Jarshow por lo que creí que... se iba a sentir mejor —Se puso de pie. —Claro. Pensé que... recibir golpes me iba a dar... miedo y me iba a ayudar a recordar... algo

Ouroboros no pudo evitar mirar a Zero con disgusto.

—¿Otro masoquista? creí que Stella era la única

—N-no

Zero pensó en volver a explicar lo que estaban haciendo, pero no lo hizo.

Al menos no después de ver una pequeña sonrisa en el rostro de Ouroboros.

—Hola... —Stella se unió a la conversación. Estar cerca a Gale no le era muy cómodo, pero pensó que podía llegar a acostumbrarse. —¿Lograste recordar algo nuevo?

—Si. En realidad... recordé algunas cosas —Zero se subió la capucha para tapar la espada en su cabeza. —Son pocas y sin... contexto, pero aún así creo... que el entrenamiento me... ayudó en algo

Aunque fue por una semana nada más, el entrenamiento que Zero tuvo fue intenso.

Hacer ejercicio era irrelevante. Tenía mucha fuerza, una velocidad decente y una enorme durabilidad.

Su entrenamiento consistió en saber luchar y saber cómo lidiar con diferentes situaciones.

Además, ya que el miedo era su mayor enemigo, Kassar decidió golpearlo con ataques fuertes para hacerlo sentir arrinconado.

Gracias a esas situaciones, Zero logró recuperar ciertos pedazos de su memoria.

—¿Qué recordaste? —Preguntó Ouroboros.

A pesar de que nunca tuvo la intención, los ojos de Ouroboros se encontraron con los ojos verdes de Gale.

Ese humano que, aunque no era una mala persona, lo mató muchas veces.

Tenerlo cerca no era algo bueno para él ya que recordaba esas muertes que le causó, pero, al igual que Stella, él intentó acostumbrarse.

Su enemigo era el Gremio oscuro.

Intentó dejar los rencores hacia otros a un lado.

Aún así no tenía la intención de ser su amigo. Por eso no le dijo nada.

—En realidad... recordé el nombre de... ese ser que mató a muchos —Dijo Zero. —Bueno, no sé si... sea un nombre

—¿Cómo se llama? —Preguntó Stella de inmediato. No pudo evitar mostrar su interés.

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