Tasmania estaba cansado. No solamente físicamente, también mentalmente.
Ni siquiera estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo.
Para él, la realidad era diferente a las de los demás.
Ilussio era inmortal. Sin importar sus esfuerzos, sin importar su poder, matar a Ilussio era imposible.
Aplastó, golpeó y cortó a Ilussio. Lo despedazó tantas veces que había perdido la cuenta.
Aún así, no estaba llegando a ningún lado.
Por el bien de Clyde, Tasmania decidió seguir haciendo lo mismo una y otra vez.
Incluso si su cuerpo se rompía, incluso si su mente se detenía, iba a seguir haciendo adelante con tal de beneficiar a Clyde.
Clyde no solamente era su jefe y alguien que lo ayudó en todo momento, sino que Tasmania lo veía como un padre.
Clyde siempre había estado allí para él.
Para Tasmania, Clyde era lo que él necesitaba en su vida.
Alguien a quien admirar, alguien a quien seguir y alguien a quien amar.
—Es triste, ¿no crees? tus esfuerzos no están dando frutos. No por ser débil, sino porque estás luchando contra mi —Dijo Ilussio. —Aún así no te detienes
—El señor Sharayga es... como el padre que siempre quise tener. Yo, que nací sin ser amado por el sol, también nací sin el amor de mis padres biológicos. Pero... nada de eso me importó —Tasmania comenzó a quitarse toda la vestimenta que estaba protegiéndolo del sol. —Después de todo, el señor Sharayga siempre fue lo único que necesité
—Un amor de familia... Por suerte estás hablando conmigo. Ese amor de hijo a padre, creció gracias a mi —Ilussio aplaudió. —¿Increíble, verdad?
A pesar del picor y el ardor que Tasmania sintió en su piel. Además de tener sus ojos cerrados por el sol, él no se iba a detener.
Delante del Ilussio falso, Tasmania se arrancó su camisa, mostrando su cuerpo, el cual estaba marcado pero no era necesariamente ancho.
Aún así, eso comenzó a cambiar.
El felino que no era amado por el sol, comenzó a mostrar una transformación que dejó al Ilussio asombrado.
Su cuerpo comenzó a crecer. También comenzó a volverse más ancho y tosco.
—Una transformación a bestia... —Dijo una sorprendida Nilka. —Aquel no amado por el sol... ¿era una bestia?
La transformación de Tasmania se terminó.
Se transformó en un enorme y fuerte león blanco antropomórfico con sus brazos anchos y sus piernas fuertes.
Su melena, tan ancha y grande que llegaba hasta su pecho, era color gris.
La expresión que mostró era aterradora.
Para todos, el depredador superior había aparecido en ese lugar.
—Nilka. Ven —Dijo Ilussio. —Esto... se volverá feo. Por mi, claro está
Tasmania rugió, estremeciendo todo el lugar.
Amigos y enemigos, todos se detuvieron para ver la forma bestia de Tasmania, la cual doblegó el tamaño de un humano promedio.
Y, al transformarse, algo malo cruzó por la mente de Tasmania.
Fue como si algo se le fuera arrebatado.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.