Capitulo 5: La capital

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Después de unos 5 días, Axel llegó a la capital.

O para ser preciso, estaba frente a la capital del imperio de los monstruos.

Estaba rodeado de una enorme muralla color gris que bajo ninguna circunstancia podía ser escalada.

En la cima habían guardias vigilando la capital, también habían otros en el interior.

Para poder entrar a la capital, debías tener un permiso.

Podías entrar caminando o en un vehículo. Habían 2 entradas para eso.

Al estar en una carreta, Axel tuvo que hacer una larga fila ya que, además de tener el permiso, los guardias debían ver los objetos que portaba.

Estaban en tiempos de guerra y cualquier persona, incluso un monstruo mismo, podía ser un traidor.

Había estado muchas veces en la capital. Estaba acostumbrado a las mismas filas.

Sobre todo cuando el sol estaba puesto, que la cantidad de personas aumentaba.

Después de unos largos minutos, el turno de Axel llegó.

Se bajó de la carreta y la mostró una placa color azul con un símbolo blanco de unas garras.

—Tener que hacer esto una y otra vez es una molestia, pero debo hacerlo. Es una obligación, sobre todo ahora

—No te preocupes. Ya me he acostumbrado

El guardia, el cual parecía un oso pardo color violeta con púas en sus manos y hombros, fue a ver la mercancía de Axel.

—Pescado. Me da hambre de tan solo verlo

Ante ese comentario, Axel sonrió.

—Todo está bien como siempre

—Gracias —Axel subió a su carreta.

Al estar todo en orden, pudo entrar a la capital.

Cruzó una entrada enorme, la cual normalmente estaría cerrada por 2 puertas de acero.

El interior de la capital era capaz de abrumar a cualquier persona.

Además de ser la ciudad más grande, era la más importante de todas.

Habían muchas plazas con diferentes contenidos especiales que venían de diferentes partes del país.

Al recibir muchos invitados, habían varias posadas.

Cada casa estaba al lado de la otra, pero estaban situada a la perfección, sin causar molestias.

La estructura de la capital no tenía nada que envidiar a otros lugares puesto que era única.

El suelo, de ladrillo oscuro, le daba un toque de elegancia también.

Pero eso era la parte normal de la capital.

En la parte central, al subir unas escaleras, había un castillo, una fortaleza.

Se podía ver desde cualquier parte de la capital, e incluso fuera de la capital.

Ese castillo oscuro, rodeado de nubes oscuras y cuervos, tenía un toque tétrico a diferencia de toda la capital, la cual tenía un toque fresco y tranquilo.

Personas como Axel no pensaban mucho en ese castillo ya que alguien como él no tenía la oportunidad de llegar a ese castillo.

La defensa era demasiada. Nadie podía subir las escaleras, al menos no con la autorización de alguien que residía en ese castillo.

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