No lo derrotaron. Todavía tenía fuerzas a pesar de los golpes que le dieron.
No, en primer lugar ni había estado luchando en serio para no tener que matar.
Pero tenía miedo. También estaba confundido.
Lo estaban atacando y no sabía por qué.
De luchar, podía terminar matando a alguien.
Por eso, El Conquistador decidió golpear el abdomen de Oldor con una patada y huir.
De permanecer en ese lugar, iba a ser atacado.
Así como también tenía el potencial de terminar matando a alguien.
Origin corrió. Cruzó las casas, ignorando a las personas que lo estaban atacando.
-¿Huyó? -Ignav suspiró. -Vaya. Su fuerza de voluntad es admirable
Un asesino del Gremio oscuro le iba a disparar una flecha a Ignav con una ballesta que tenía.
Sin embargo, antes de que esa flecha fuera disparada, el asesino recibió un golpe en su mandíbula, seguido de un segundo impacto de oscuridad que lo dejó en el suelo.
El mayor peligro huyó, pero aún así habían miembros del Gremio oscuro en los alrededores.
Habían muchos asesinos para Ignav, pero no para Oldor. Después de todo, ningún asesino en ese lugar tenía alguna oportunidad de derrotarlo.
Por eso, la mayoría se mantuvo al margen.
-¿Usted es el rey de este país? -Ignav se le acercó a Jude. -Por su vestimenta, diría que lo es...
Tesla se interpuso en el camino de Ignav de inmediato.
-Soy Ignav. Estoy aquí para ayudarlos -Se presentó. -El Gremio oscuro es el enemigo. Nosotros vamos a ayudar este país y a las personas de ser posible
El Gremio oscuro se quedó con Raavar. Tan solo faltaba controlar cada lugar del país.
Al hacerlo, llamó la atención de todo el continente.
Era obvio que iba a atraer enemigos. Tanto monstruos como humanos.
Sin embargo, a pesar de que sus palabras eran ciertas, Jude no confió.
-Un dakri. Un monstruo maligno que usa sus palabras para persuadir a otros -Jude se cruzó de brazos. -Ustedes no son tan diferente a los duendes. Son seres despreciables que usan a otros por puro placer
La reputación de los dakri era mala. No tanta como la de los duendes, pero aún así lo era.
Ignav lo sabía. Por eso no pudo culpar al rey.
-Los humanos no son tan diferentes -Ignav no pudo evitar decirlo. -Aunque, no vine aquí a discutir
Ignav intentó no mostrar ninguna acción hostil. No quería luchar contra ellos.
Tan solo quería ayudarlos.
-El Gremio oscuro ya tiene gran parte del norte. Cuando tengan la academia, el centro también será de ellos. Luego irán por el sur -Dijo Ignav. -Tienen poder. Quedarse con Raavar es cuestión de tiempo
-¿Tanto...? -Jude no pudo evitar mostrarse desconcertado por el control que el Gremio oscuro tenía en el país.
Aunque se sintió seguro. Sintió que la academia y sobretodo el Desierto del sur iba a poder detener al Gremio oscuro hasta cierto punto.
Eventualmente iba a encontrar una manera de volver al trono.
Pero, muy en el fondo sabía que se estaba mintiendo.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.