Al subir por el pasadizo que encontraron, llegaron a un lugar inesperado.
Salieron de la tierra misma. Zayra usó sus manos y la abrió.
En el momento en que todos salieron, la tierra misma se cerró.
—Runas mágicas de tierra —Dijo Stella. —Es muy buen lugar...
Al mirar sus alrededores, notó que salir por ahí era bastante peligroso.
No solamente no había sol, sino que alrededor de ellos habían decenas y decenas de vampiros.
Estaban en el centro del Valle del caos. Estaban en un lugar incluso más peligroso que la prisión.
Tuvieron suerte de que al principio los vampiros no los notaron, sin embargo, eso fue al principio nada más.
—Mierda. Nos vamos a convertir en comida —Ouroboros se paró detrás de Zero.
—No. Eso no va a suceder —Stella usó runas mágicas de aire delante de todos.
Varios vampiros comenzaron a acercarse a ellos.
Por sus movimientos, notaron que no eran inteligentes.
Aún así eran vampiros. Eran muy fuertes, además de tener inmunidad a la magia.
Las runas mágicas de aire delante de ellos disparó una ráfaga que los lanzó a los cielos.
Zero no gritó, Zayra tampoco, pero Ouroboros no pudo evitarlo.
De caer, iba a terminar muerto.
Por suerte, el efecto de las runas mágicas de aire no desapareció.
Los llevó por el aire, cruzando el centro del Valle del caos.
Lo hicieron sin que los vampiros pudieran hacer algo al respecto.
Al no poder hacer algo, los vampiros dejaron de ir detrás de ellos.
—*jadeo* Lo siento... —Stella bajó a todos lentamente. —Estoy... exhausta
—¿Quieres que te lleve en mi espalda? —Ofreció Ouroboros. —No debes ser más pesada que Ouroboros
—*risas* Bueno, definitivamente no lo soy —Stella se acercó a Ouroboros. —Está bien. Tomaré su oferta
A pesar de estar exhausta, podía seguir caminando.
Aceptó la oferta de Ouroboros ya que fue él mismo.
Aprovechó esa oportunidad para tenerlo cerca.
—Vaya. Que picaron. Se ven lindos —Zayra mostró una sonrisa burlona. —¿Acaso me perdí de algo entre ustedes?
Ouroboros decidió ignorar a su madre. De decir algo mal, ella podría molestarlo con eso.
Aún así, Stella no se iba a quedar callada.
—En realidad, me le confesé a Ouroboros. Me gusta —Dijo una directa Stella mientras subía a la espalda de Ouroboros. —Estoy interesada en él como persona. En sus habilidades también, pero en él también
Ninguno les había hablado de eso por lo que Zayra se quedó en shock por un momento.
¿Algo tan importante sucedió y me enteré ahora?
Era algo importante. Algo de la vida de su hijo, pero también de su propia vida.
Y, ya que lo mencionaron, Zayra decidió seguir con el tema.
—¿Ouroboros también? ¿te gusta Stella? —Al preguntar, Zayra se acordó de cuando vio a Ouroboros llorar por Stella.
—Me gusta Stella. No es algo que vaya a negar —Respondió Ouroboros. —Sin embargo, no estamos enamorados, madre
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.