Después de hablar con Ark Azure y con su hermana, Lina Azure, el Príncipe azul bajó por la cuesta del palacio, saliendo del terreno del palacio.
Frente a él estaba la ciudad del lago con muchas pero muchas personas.
Había estado mirando la ciudad por horas sin siquiera tomar en cuenta las miradas de los demás.
—¿Hmm? —Miró hacia la ciudad del lago. Específicamente una casa en la orilla del lago.
—Haze...
Un soldado iba a llamar al Príncipe azul. Quería preguntarle si algo estaba mal, pero no pudo.
El Príncipe azul se esfumó de su vista.
Haze se dirigió a la casa en la orilla del lago.
Como era alguien de la familia Azure, recibió la atención de todos.
La familia Azure, al poder manipular el tiempo y estar en la cima del país, eran vistos como seres superiores.
Sus ojos celestes eran la muestra de su supremacía.
Abrió la puerta para ver el interior de la casa.
En el interior no había nada ni nadie.
—¿No vieron a alguien salir de aquí? —Haze le preguntó a varias personas.
—Si. Aunque ya pasó algún tiempo
—Ya veo
Un grupo de mercenarios salió de esa casa.
Al ser humanos, pudieron mezclarse con la multitud.
El objetivo de ellos era el palacio, pero no fueron directamente.
Tenían que subir una cuesta para hacer eso. Y esa cuesta estaba vigilada por varios soldados.
Por eso decidieron rodear el palacio.
El palacio estaba en la cima de una subida que solamente podía entrarse por la cuesta, pero podían usarse algunos métodos diferentes para llegar al palacio.
Los mercenarios decidieron colocar runas mágicas de aire debajo de sus pies.
Eso los ayudó a elevarse y, en cierto sentido, volar.
Sin embargo, en el momento en que decidieron subir al palacio, uno de ellos cayó de frente al suelo con su rostro cubierto de sangre.
Luego, otro recibió un golpe directamente en su pecho.
La fuerza del golpe le rompió los huesos de su pecho y costillas, además de detenerle el corazón, causándole una muerte instantánea.
Al ver lo que sucedió, los mercenarios se pusieron en guardia.
Uno de ellos se agachó, evitando un golpe que lo iba a golpear en el rostro.
La persona que vieron tenía un cabello blanco y unos ojos celestes.
Sus ojos estaban brillando.
—¿Quién es este? —El mercenario sacó una espada. —Por sus...
El atacante, el cual era el Príncipe azul, no lo dejó terminar.
Lo atacó con su mano abierta directamente en su pecho.
El mercenario evadió el ataque al echarse a un lado y contraatacó con un corte vertical.
Su ataque fue perfecto. Contraatacó en el momento ideal para herir a su enemigo.
Aún así no fue suficiente ya que, así como él evadió y contraatacó, el Príncipe azul hizo exactamente lo mismo.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.
