Ouroboros

Capitulo 42: Intentos

—Elvira. Retrocede, por favor —Dijo Stella. —Y con eso me refiero a que huya

—Está bien. Perro... tengan cuidado

A pesar de no querer, Elvira decidió escuchar a Stella.

Se marchó antes de que ese monstruo le hiciera algo a ella.

Aunque no se fue sin más. Decidió ayudar a otros que quizás necesitaban ayuda.

—Para empezar, hay algo que me gustaría decir de este monstruo —Stella se echó hacia atrás. Mantuvo su distancia. —Tiene 3 cosas similares a otra especie...

—¿Cuáles son esas cosas? —Preguntó Ouroboros.

Ya esa oportunidad la perdió. Su madre estaba muerta y él también iba a morir. Pero aún así, antes de morir, decidió obtener algo de información útil.

Principalmente del monstruo frente a ellos que ni siquiera parecía estar interesado a ellos.

Estaba caminando de lado a lado, arrastrando su larga lengua.

Aún así tenía su ojo en ellos. Ni siquiera parpadeaba.

—Tiene 4 dedos. Es decir, no tiene su dedo índice por lo que no puede usar runas mágicas. Tienen un solo ojo y... es inmune a la magia

—Un solo ojo... ¿Entonces ese otro ser del que hablas son los cepher?

Stella asintió.

—Si. Su parecido con ellos es absurdo —Stella corrió hacia la carreta. Había curado su herida un poco.

Fue por otra espada para poder luchar contra ese monstruo, el cual era inmune a la magia.

—Y me enorgullece que crean que tengo mucho conocimiento, pero incluso yo no sé qué clase de monstruo es este —Colocó runas mágicas de tierra en la espada.

—¿Y los cepher tienen alguna debilidad? —Preguntó Ouroboros. —Quiero decir, si este monstruo está conectado a ellos, puede que tenga una misma debilidad

El monstruo comenzó a acercarse a ellos. Pero no fue directamente. Decidió rodearlos.

—El ojo. Los cepher no pueden usar su energía si cierran sus ojos. Sin embargo, este monstruo no parece usar energía cepher. Además... es peludo y tiene boca. Una grotesca —Stella mantuvo su mirada en la criatura. —Pero... bueno, intentaré ir por su ojo

Stella colocó runas mágicas de gravedad debajo de sus pies.

—Usaré todo para obtener información. Aún me es difícil creer que seas capaz de retroceder el tiempo, pero... —Cerró sus ojos. —No debes tener razón para mentir. Al menos que realmente estés completamente loco

—¿Completamente loco? lo estoy. Creo que escuchaste bien lo que dije

Eso, por alguna razón, hizo que Stella mostrara algo de tristeza en sus ojos.

Pero, detrás de esa sonrisa, pudo sonreír.

—Si retrocedes el tiempo voy a olvidar todo, ¿verdad? eso significa que lo que sé de ti desaparecerá

—Si. Eso también incluye las cosas malas. Como tú muerte

—¿Mi muerte, eh? lo dices muy casual. Supongo que poder retroceder el tiempo es lo que te tiene tan loco

En eso tiene toda la razón, pensó Ouroboros.

—Esto es... vergonzoso, pero realmente siento que, en estos momentos tan horribles, es que nos conocimos mejor. Una pena —Stella levantó su espada. —Pero, por el bien de todos, debe pasar