Capitulo 20: Salida

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En la capital del imperio de los monstruos, específicamente en el castillo, estaba el Guardián Jarshow junto a Teles.

Estaban frente a una enorme puerta que llevaba al interior del castillo.

Esa puerta, llena de grietas, tenía un toque tétrico y oscuro.

A diferencia del campo de batalla, Teles no estaba desnuda. Tenía una vestimenta negra con una falda rojiza que le daba un toque femenino a pesar de sus rasgos monstruosos.

¿Aquí vive la emperatriz, verdad? —Escribió Teles.

—Sí. Aquí es —Respondió Jarshow.

2 guardias comenzaron a jalar unas cadenas para abrir la enorme puerta del castillo.

La parte inferior del cuerpo de los guardias era de caballo, mientras que la parte superior estaba cubierta por armaduras gruesas y un casco gris con largos cuernos.

Abrieron la puerta del castillo, permitiéndole el paso a Jarshow y a Teles.

Pasaron por un largo pasillo oscuro que, cada vez que seguían hacia adelante, veían plantas en los alrededores. Particularmente flores.

Al final de ese pasillo habían 2 caminos. Jarshow fue por el lado derecho.

Al final de ese otro pasillo había una puerta que Jarshow tocó.

—¡Adelante!

La puerta se abrió. O más bien una raíz la abrió.

Allí llegaron a la sala del trono. Un lugar tan enorme y espaciosa que incluso podía compararse con Gegan.

Habían columnas en espirales color negras y el suelo era rojo. Era tan liso que podían ver su reflejo.

—Que descarado. ¿Cómo puedes aparecer aquí después de la estupidez que hiciste en ese lugar, Jarshow? ¿y quién es ese drakayla?

La persona que le reclamó estaba al lado de un trono rojo carmesí con sedas negras.

Era una joven mujer con un color de piel pálido y un largo cabello verde con hojas. Sus ojos eran amarillos, y debajo de ellos tenía un lunar.

Su vestimenta, si es que podía llamarse vestimenta, eran raíces y flores aleatorias que cubrían todo su cuerpo excepto su cuello hacia arriba.

—Oh, Gaia. Es bueno verte de verdad. Ya sabes, de frente. Es mejor que hablar con una planta

La mujer era Gaia, la Guardián número 1 de la emperatriz.

—¿Qué exactamente fue eso que hiciste? esa drakayla absorbió energía mágica de todos esos cadáveres. ¿Acaso ese era tu plan? —Preguntó una hostil Gaia. —Me enojas con tus estupideces

—Por supuesto. Ese fue mi plan. Necesitaba hacerlo. Después de todo Teles tiene, bueno, tenía un cuerpo débil

Jarshow sonrió.

—¿Y por qué te enojas? oh, ya sé. Te enojas porque hizo algo mejor que tú. Debes estar celosa

—¿Estás loco? no estoy enojada por algo tan insignificante. Estoy enojada ya que hiciste todo eso sin tomar en consideración a la emperatriz. ¿Te olvidas que ella es una drakayla también?

Tanto Jarshow como Gaia miraron a su lado al escuchar un ligero sonido.

Allí, con una vestimenta de sirvienta, se encontraba una mujer limpiando las columnas.

No estaba pendiente a la conversación. Estaba allí, trabajando con todo su esfuerzo.

—No... —Jarshow sonrió. —Gaia. ¿Qué es eso?

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